La ex fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega Díaz, ha estado en el ojo del huracán desde que hace cuatro meses dio un inesperado giro, cuando pasó de aliada del chavismo a principal enemiga del gobierno de Nicolás Maduro.
Pero su esposo, el diputado socialista Germán Ferrer, también ha sido blanco del acoso y hostigamiento del Ejecutivo venezolano. La cuestionada Asamblea Constituyente, que desde comienzos de agosto se encuentra instalada con poderes plenipotenciarios, le retiró la inmunidad parlamentaria y lo acusó de estar vinculado a una red de extorsión. Por eso la pareja tuvo que huir del país el 18 de agosto y mientras resuelven su situación de asilo, recorren distintos países de la región para hacer frente común con otras fiscalías y denunciar al gobierno chavista. Desde Costa Rica, Ferrer habló por teléfono con La Tercera y detalló que se encuentran evaluando visitar Chile próximamente.
¿Usted y su esposa, la ex fiscal general Luisa Ortega, vendrán a Chile en los próximos días?
En este momento no tenemos la seguridad, porque tenemos otro itinerario, pero sí sé que hay toda la intención de ir hasta allá.
¿Cuándo quieren viajar a Chile?
No puedo precisar eso.
¿Tienen alguna definición de dónde les gustaría solicitar asilo?
Esa es precisamente la evaluación que estamos haciendo en estos momentos, porque hay varios países que nos han ofrecido asilo: Colombia, Brasil, Chile, Paraguay. Varios países latinoamericanos, también México. Lo importante es que nosotros tengamos libertad de acción en el sentido de estar cerca de nuestro país y seguir en esta lucha por el rescate de la democracia y las libertades.
¿Qué país cree que sería un lugar propicio para pedir asilo?
Un lugar que permita no tener tantas restricciones en el sentido que puedas políticamente tener actividad y estar cercano a los acontecimientos que surgen en Venezuela.
¿Chile podría ser una opción?
Perfectamente, si nos permiten todas esas condiciones, para que no quede uno como desaparecido. Aún no hemos decidido, hay muchos países que nos han ofrecido, tanto aquí como en Europa, la posibilidad de asilo. Tenemos que evaluarlo.
Pero van a quedarse en la región…
Por supuesto. Para estar cerca, pero teniendo un mínimo de seguridad, porque están en juego muchos intereses.
¿Les complica quedarse en algunos países, como Colombia, por el caso Odebrecht?
No, en absoluto.
¿Ve posible volver a Venezuela?
No. En Venezuela nos van a aprehender. En Venezuela hay una cacería de brujas terrible. No hay estado de derecho. Están disueltas todas las instituciones y lo que hay es una retaliación terrible. Han inventado una gran cantidad de delitos y como no hay dónde acudir para decir nuestra verdad, sencillamente estando allá con toda seguridad nos van a detener. También sería someternos a las humillaciones porque eso es lo que están haciendo. Como el caso del general Raúl Baduel, que lo secuestraron dentro de su celda. Hay torturas, situaciones donde los detenidos los someten a vejaciones.
Se cumplió un mes de las elecciones de la Asamblea Constituyente ¿Ahora hay más ensañamiento contra la oposición?
Esa Asamblea Constituyente es absolutamente ilegal. Está convocada de manera inconstitucional porque no tiene todos los mecanismos que establece la Constitución para su convocatoria, que tiene que ser por el pueblo y que obedece exclusivamente a mantener en el poder a un grupito de personas con todos los delitos que sabemos que se están cometiendo, como delitos de extorsión, de robo, de corrupción total, que es lo que se ha ido denunciando a nivel internacional.
¿Su esposa tiene miedo? Desde Colombia denunció que el gobierno venezolano había contratado sicarios para atentar con su vida y la de usted.
Por supuesto. En el país es imposible sobrevivir, imposible. Esto fue una medida de salvación. Tiene los temores normales y naturales de una persona que tiene detrás de sí una cantidad de elementos que lo que están buscando es precisamente agredirte de cualquier manera y apresarte en cualquier lado. Entonces no es fácil. Lo que hay que tener clarito es que en Venezuela hay una dictadura clásica, una dictadura que han impuesto a través de la fuerza, porque quien soporta el gobierno en Venezuela son única y exclusivamente las Fuerzas Armadas. Porque el apoyo que tiene en este momento el Presidente Nicolás Maduro es muy bajo. El pueblo está indefenso y manipulado por la distribución de alimentos del gobierno. En Venezuela estamos en una situación neofascista, esa es mi clasificación de un gobierno que con una supuesta tendencia revolucionaria sencillamente se convierte en fascismo, porque lo que hay es una persecución a todas las personas que de alguna manera piensan distinto. No hay forma para expresar la disidencia y estar en contra de todas las barbaridades que se están cometiendo en el país. Estas personas además, como Diosdado Cabello y el Presidente Nicolás Maduro están involucradas en delitos. También quien figura como fiscal general (Tarek William Saab) tiene siete expedientes abiertos por corrupción.
Fuente: La Tercera
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