El miedo fue la causa por la que durante años una joven, que sufrió abuso sexual de parte de su tío, decidió callar. El presunto abusador, un empresario con emprendimientos gastronómicos, y negocios, que tendría vínculos con el poder político en la ciudad mendocina de Godoy Cruz en Argentina, hace un año y medio que está detenido. Sin embargo, la víctima de 25 años, quien prefiere mantener su identidad bajo reserva, todavía reclama justicia. Es que luego de un juicio sorpresivamente anulado, deberá enfrentarse a un nuevo proceso judicial que le devuelva algo de paz.
Por Crónica
Un juicio sin perspectiva de género y la esperanza de que se haga Justicia
“Ya van hacer tres años desde que hice la denuncia, me costó mucho hacerlo, mi miedo era romper a familia, un miedo que efectivamente se cumplió”, dijo a este medio. Es que cuando la denunciante rompió el silencio, su tía decidió creerle a su marido, con quien tiene dos hijos pequeños. Al día de hoy la familia está completamente fragmentada.
Sin embargo, pese a todo tipo de temores, en 2019 la joven hizo la denuncia contra el acusado en el Ministerio Público Fiscal de Violencia de Género, de Godoy Cruz, Mendoza. Pero sigue esperando una respuesta de parte de la Justicia. En toda la odisea que implica enfrentar un proceso judicial de estas características, la víctima cuenta con el apoyo, y la asistencia permanente del Observatorio de Víctimas de Delitos de la Cámara de Diputados de la Nación y de RED VIVA, la asociación civil de víctimas de violencia y abuso.
Es que luego de tres postergaciones, finalmente el juicio comenzó el pasado 8 de junio, pero la resolución del tribunal oral conformado por Ariel Spektor, Alejandro Miguel y Aníbal Crivelli, indicó que hubo defectos técnicos en los alegatos y que faltó motivación de parte de la querella y del Ministerio público Fiscal, de manera que anularon el debate y la víctima ahora deberá esperar que se defina una nueva fecha de juicio para que el imputado sea juzgado.
Mientras tanto, el acusado está detenido en el penal de Bolón Sur Mer, desde hace un año y medio.
“Quedé en shock cuando escuché la resolución. No podía creer la sentencia nefasta. Me sentí totalmente desprotegida, y ahora tener que volver a atravesarlo, es una locura”, dijo la víctima quien remarcó que el último tiempo sufrió ataques de pánico como consecuencia del estrés al que tuvo que enfrentarse durante el juicio, al que acusa de no haber estado enmarcado con perspectiva de género. “Están del lado de los violadores en lugar del de las víctimas”, remarcó.
Sin embargo, pese a lo que para ella implica volver a poner el cuerpo en un nuevo juicio, en el que además se encontrará cara a cara nuevamente con su abusador, la denunciante contó que en ningún momento dudó en bajar los brazos.«Yo quiero y necesito cerrar esto», manifestó la joven que espera fecha de debate, para el que ya fue sorteado el tribunal.
Síguenos en nuestro Telegram, Twitter, Facebook, Instagram y recibe de inmediato los hechos noticiosos al día y a la hora