EFE: Frente al fracaso monumental del simulacro, Maduro acusa a Lorenzo Mendoza

Frente a lo que fue el desastre de convocatorias del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), para el simulacro electoral realizado este domingo, que contrarrestó con los recuerdos de aquel PSUV que llenaba los centros de votación en todo el país, a Nicolás Maduro no se le ocurrió otra cosa que arremeter contra el presidente de Empresas Polar, Lorenzo Mendoza.

Nicolás Maduro, pidió este domingo que la justicia venezolana procese a Lorenzo Mendoza, dueño de Empresas Polar, por una admitida negociación para obtener recursos del Fondo Monetario Internacional (FMI).

«Es delito lo que él hizo y está haciendo: hablar en nombre de la patria; es un delito grave contemplado en el ordenamiento jurídico y debe ser procesado, tiene que ser procesado. Espero que los órganos de justicia reaccionen porque ¿qué es eso de que está hablando con el FMI?», declaró al canal VTV de la televisión estatal de su país, según reseñó EFE.

El pasado viernes, Mendoza rechazó mediante un comunicado, que a través de VTV el presidente de la Asamblea Nacional (AN), Diosdado Cabello, difundiera previamente una conversación privada en la que aludió a un ajuste económico para obtener recursos del FMI.
«En relación con la grabación ilegal y la difusión por televisión de una conversación telefónica privada que sostuve con el economista Ricardo Hausmann (…), rechazo contundentemente los intentos de manipular a la opinión pública con la clara intención de querer utilizarme en la política venezolana», dijo el texto de Mendoza.

La conversación entre Mendoza y el director del Centro para el Desarrollo Internacional de la Universidad de Harvard, quien fue ministro de Planificación del Gobierno de Carlos Andrés Pérez en 1992 y 1993, fue difundida por Cabello, quien no explicó cómo la obtuvo.

El presidente de Empresas Polar, aseguró no haber cometido delito alguno en esa conversación con Hausmann, y según los expertos jurídicos no existe delito en esa conversación. Sin embargo, el hecho de que el Gobierno Nacional continúe «pinchando» llamadas, sí es una infracción que se ha vuelto cotidiana en el país.

EFE