La Comunidad de Inteligencia de EEUU (IC) ha publicado un breve resumen sin clasificar de su investigación sobre los orígenes del coronavirus. En particular, llegaron a la conclusión de que el SARS-CoV-2 no surgió como arma biológica y que el Gobierno chino desconocía el peligroso patógeno antes de su brote en Wuhan a finales del 2019.
«La Comunidad de Inteligencia entiende que las autoridades chinas no tenían conocimiento previo del virus antes del brote de COVID-19», consigna el documento.
Pasando a las diversas hipótesis sobre cómo ocurrió esa exposición inicial, se señala que tanto la exposición natural como un incidente asociado con el laboratorio «son plausibles».
«La IC considera que el SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19, probablemente surgió e infectó a los humanos a través de una exposición inicial a pequeña escala que ocurrió a más tardar en noviembre del 2019, con el primer grupo conocido de casos de COVID-19 detectado en Wuhan, China, en diciembre del 2019», señala la Oficina del Director de Inteligencia Nacional en el informe publicado.
Cuatro de las 16 agencias que componen la Comunidad de Inteligencia de EEUU consideran que el virus dio el primer salto hacia los humanos por exposición natural. Una de las agencias evaluó con «moderada confianza» que la exposición fuese «el resultado de un incidente asociado con un laboratorio y que probablemente involucró experimentación, manipulación de animales o muestras por parte del Instituto de Virología de Wuhan». El informe también señala que tres de las agencias resumieron que carecían de la información necesaria para sacar cualquier tipo de conclusión.
«Lo más probable es que se necesite la cooperación de China para llegar a una evaluación concluyente de los orígenes del COVID-19», concluye el informe.
En una declaración que acompaña a la publicación del informe, la Casa Blanca afirma que China tiene «información crítica» y que desde el principio ha «trabajado para evitar que investigadores internacionales y miembros de la comunidad de salud pública mundial» accedan a esta. «Hasta el día de hoy, la República Popular China sigue rechazando los llamamientos a la transparencia y reteniendo información, incluso cuando el número de víctimas de esta pandemia sigue aumentando», añade.
Mientras tanto, un equipo de 12 personas enviados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) a Wuhan para explorar los orígenes del SARS-CoV-2 publicó un artículo en la prestigiosa revista científica Nature. Señalan que, en contraste con la afirmación ampliamente divulgada de que sus homólogos chinos les habían ocultado información, «el equipo chino compartió mucha información nueva como resultado de los estudios acordados».