EEUU llamó a la OEA a apoyar candidatura de la opositora cubana Rosa María Payá para la CIDH

En vísperas de una crucial votación en la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, hizo un llamado enfático a los países miembros para que respalden la candidatura de la activista cubana Rosa María Payá a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).  

La elección, que se celebrará este 27 de junio en Antigua y Barbuda, definirá a tres nuevos integrantes del organismo para el período 2026-2029, y la postulación de Payá ha generado un notable interés regional.

Rubio, de origen cubano, describió a Payá como una defensora “valiente y profundamente comprometida” con los derechos humanos y la democracia.

En un comunicado oficial, subrayó que su incorporación a la CIDH garantizaría que el organismo mantenga su integridad. También su credibilidad como defensor de las libertades fundamentales en el hemisferio.

La nominación de Payá fue presentada formalmente por el gobierno estadounidense a finales de mayo. La administración del presidente de EEUU, Donald Trump, destacó su trayectoria como líder del movimiento Cuba Decide y directora de la Fundación para la Democracia Panamericana.

Rosa María Payá es hija del fallecido disidente Oswaldo Payá, quien murió en un accidente de tráfico. Sin embargo, la muerte ocurrida en 2012 fue atribuida por la CIDH al régimen cubano.

Desde entonces, ha continuado el legado de su padre con una intensa labor internacional a favor de un cambio democrático en Cuba.

Su activismo ha sido reconocido con premios como el Morris Abram de Derechos Humanos (2019) y el Common-Sense Society Courage Award (2022). Esto la consolidó como una figura influyente en la defensa de los derechos civiles en América Latina.

La candidatura de Payá no solo representa una apuesta por la renovación del liderazgo en la CIDH, sino también un símbolo de resistencia frente a los regímenes autoritarios de la región, desde la perspectiva de Estados Unidos y sus aliados.

Su perfil ha sido elogiado por su capacidad para abordar los desafíos de la Comisión con independencia y visión estratégica. Sin embargo, su postulación también ha despertado tensiones políticas, especialmente en países donde la dirección ideológica de la CIDH es motivo de debate.

En sus propias palabras, Payá expresó sentirse “profundamente honrada” por el respaldo recibido. Además, reafirmó su compromiso con la universalidad del sistema interamericano de derechos humanos.

“Mi padre dio su vida por la libertad y la democracia, con la convicción de que los derechos van más allá de las fronteras de la política, la raza o la cultura. Como él, yo también creo en la universalidad del sistema interamericano de derechos humanos y estoy lista para servir en la CIDH”, aseguró.