Una decena de diputadas de la oposición presentaron el martes un proyecto para legalizar el aborto libre en Chile hasta las 14 semanas de gestación. La iniciativa llega justo después de un debate similar en Argentina, que terminó con el voto negativo en la Cámara Alta.
La moción fue ingresada en la Cámara de Diputados 10 meses después de la entrada en vigor de una ley que despenalizó el aborto en tres causales: inviabilidad fetal, peligro de muerte para la madre o en casos de violación; y busca la legalización del aborto libre, seguro y gratuito para las chilenas.
La llamada «ley de aborto en tres causales» fue una iniciativa impulsada por la entonces presidente Michelle Bachelet, y su aprobación sacó a Chile del grupo de países que prohibía la interrupción del embarazo en cualquier circunstancia. Sin embargo, desde entonces muchos señalaron la insuficiencia del proyecto.
Durante la exposición de la iniciativa actual hubo, en la sede del Parlamento chileno, en la ciudad de Valparaíso, enfrentamientos verbales entre agrupaciones a favor de la idea y otras declaradas «pro vida» que se oponen a toda forma de interrupción del embarazo
Quienes están a favor del proyecto lucían pañuelos verdes, mientras los detractores se cubrían con pañuelos celestes, y ambas partes intercambiaron consignas, gritos e insultos de manera ensordecedora y en medio de una fuerte presencia policial, aunque la situación no pasó a mayores.
El proyecto fue elaborado por la Corporación Humanas y debatida por la «Mesa de Acción por el Aborto», antes de ser impulsada por una decena de diputadas de los partidos Comunista, Socialista, Por la Democracia (PPD), Progresista (PRO) y de agrupaciones que integran el izquierdista Frente Amplio (FA).
El texto sostiene que la criminalización actual del aborto constituye «una gravísima violación a los derechos humanos de las mujeres» y que su penalización «obstruye además la autonomía de las mujeres para tomar decisiones sobre su propia vida».
«Quienes defendemos el derecho a decidir sostenemos que la maternidad es una opción en la vida de las mujeres, no un mandato social y menos aún una obligación jurídica que pueda imponerse por leyes penales», dijo a los periodistas la abogada Camila Maturana, de la Corporación Humanas.
En tanto, Claudia Miz, diputada del Frente Amplio, planteó que la iniciativa busca legalizar «la posibilidad de que las mujeres puedan elegir hasta las 14 semanas de gestación y puedan interrumpir el embarazo hasta esa cantidad de semanas».
«Es un primer paso para seguir avanzando. Esta iniciativa no nace ayer ni anteayer, tiene un trabajo de años al alero de las organizaciones sociales y lo que hemos hecho como diputadas es sumarnos a esta iniciativa», remarcó.
«No se trata de obligar a nadie a abortar, sino impedir que una niña o mujer vaya a la cárcel por querer terminar con un embarazo no deseado», planteó en tanto Maite Orsini.
El proyecto comenzará su tramitación legislativa en la Comisión de Mujeres y Género.
En tanto, en respuesta a la moción, diputados de la conservadora Unión Demócrata Independiente (UDI), anunciaron un proyecto para consagrar en la Constitución el derecho a la vida, desde la concepción hasta la muerte natural.
Según datos del Ministerio de Salud (Minsal), desde la entrada en vigor la ley que despenalizó el aborto en tres causales se han realizado en Chile 394 procedimientos, 194 (49 %) de ellos por riesgo de muerte de la madre; 136 (35 %) por inviabilidad fetal y 64 (16 %) por violación.
Otras 23 mujeres decidieron continuar su embarazo tras un programa de acompañamiento previsto en la ley.