Demócratas se reúnen ante el inminente impeachment a Trump

La líder demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, reúne a sus tropas este martes con miras a la transmisión al Senado de la acusación contra Donald Trump, lo que indica el inminente comienzo del juicio de destitución contra el presidente estadounidense.

La congresista por California se reunirá desde tempranas horas a puertas cerradas con los miembros de su mayoría para fijar las modalidades y el calendario de este histórico procedimiento.

También deben definir qué miembros de la Cámara desempeñarán el papel de fiscales durante el juicio del presidente republicano, acusado de haber abusado de su cargo para convencer a Ucrania de desprestigiar a uno de sus rivales y luego haber obstruido la investigación del Congreso.

Las decisiones tomadas durante esta reunión deben formalizarse luego mediante una votación en sesión plenaria en la Cámara Baja del Congreso.

Pero nada impedirá la apertura del juicio al presidente, el tercero en pasar por este proceso en la historia de Estados Unidos.

El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, quien no oculta su intención de hacer que el inquilino de la Casa Blanca sea absuelto, dijo estar listo para actuar rápidamente una vez la Cámara de Representantes le pase el testigo.

“La Cámara ha hecho suficiente daño, el Senado está listo para asumir sus responsabilidades”, dijo el lunes en la cámara alta.

“Extraña apuesta”

Según las reglas del Senado, el juicio comenzará cuando el equipo de fiscales de la Cámara cruce los pasillos del Capitolio para unirse al Senado y leer los cargos contra Trump.

Posteriormente, el presidente de la Corte Suprema de Estados Unidos, John Roberts, constitucionalmente responsable de supervisar los debates, jurará ser «imparcial» ante los cien senadores, a la vez jueces y jurados del proceso.

Trump fue acusado de “abuso de poder” y de “obstruir el buen funcionamiento del Congreso” el 18 de diciembre por una votación en la Cámara, que casi escrupulosamente siguió líneas partidistas.

Pero Pelosi retrasó desde entonces el siguiente paso en un intento de obtener garantías sobre la imparcialidad del juicio. Los demócratas en particular le pidieron a McConnell que convocara a varios asesores del inquilino de la Casa Blanca a quienes se les había negado el derecho de testificar ante ellos.

“Esta apuesta extraña ha quedado en nada”, pero demostró que la investigación de la Cámara fue “apresurada, débil e incompleta”, respondió, aplazando el tema de los testigos a una fecha posterior.

“Farsa”

Los demócratas, que solo tienen 47 escaños de 100 en el Senado, son conscientes de que casi no tienen posibilidades de destituir al presidente, siendo necesaria una mayoría de dos tercios para ello.

Pero esperan entregar información embarazosa para el presidente de Estados Unidos. Sin testigos ni documentos adicionales, “el proceso del Senado se convertirá en una farsa, una reunión televisada para un juicio simulado”, reconoció el lunes el líder demócrata del Senado, Chuck Schumer.

Los demócratas votaron por un juicio político convencidos de que Trump utilizó recursos del Estado para presionar a Ucrania para que anunciara una investigación sobre Joe Biden, uno de sus potenciales oponentes en las elecciones presidenciales de noviembre.

Los republicanos, que han cerrado filas en torno a Trump, denuncian en tanto una “cacería de brujas” orquestada por los demócratas.