Decía ser una bruja y fue acusada de matar al menos a cinco personas.
María Concepción Ladino, mejor conocida como “La hermana María” o “Doña Conchita”, es una mujer colombiana acusada de asesinar al menos cinco personas con la excusa de ser bruja, según reseñó el diario La Voz.
La dama invitaba a las victimas para que fueran a su casa, según para realizarles rituales de “curación y protección” con aguas verdes y fétidas.
Concepción montó una industria criminal, en la cual utilizaba brebajes, oraciones, trances espirituales y hasta asesinos a sueldo.
Intentó suicidarse y declarase loca para evadir a la justicia, cosa que no le resultóya que fue condenada a 40 años de prisión.
El Juzgado 52 Penal del Circuito de Bogotá la encontró culpable de los crímenes de seis de sus clientes.
SUS CRÍMENES
A comienzos de 1997, María Concepción Ladino aprovechó la penosa enfermedad de la madre de Clara Elsa, Luz Stella y Ana Lucía Bello Clavijo para acercarse a su hogar.
De nada sirvieron las pócimas de “Doña Conchita”, pues la enferma murió, dejándole a las muchachas 13 millones de pesos de herencia, botín en el que la malvada mujer concentró sus energías. Con engaños, durante varios meses, llevó a las jóvenes hasta una quebrada de la Sabana de Bogotá, con la complicidad de dos asesinos a sueldo, quienes las mataron a pedradas.
El 15 de agosto de 1994, “Doña Conchita” llegó a la casa de Carlos Montaña, en el occidente de Bogotá y alquiló un cuarto. Su verdadera intención era quedarse con la vivienda, por lo que empezó a decirle al señor que estaba muy demacrado, pero que ella traía una medicina del más allá que curaba hasta lo incurable con la cual lo envenenó.
“Doña Conchita” se instaló en el barrio Ciudad Jardín, en el norte de Bogotá. Con el mismo cuento se apoderó de 15 millones de pesos de dos ancianos a quienes asesinó.