Daniel Noboa gana las elecciones de Ecuador con más de un millón de votos

El candidato del Movimiento Acción Democrática Nacional, Daniel Noboa, ganó este domingo las elecciones presidenciales de Ecuador tras derrotar a su rival del Movimiento Revolución Ciudadana, la correísta Luisa González, durante la segunda vuelta electoral.

Noboa se impuso con una diferencia de más de 10 puntos sobre González, que buscaba convertirse en la primera mujer electa en llegar al Palacio de Carondelet y devolverle el poder a la izquierda en el país latinoamericano.

Noboa, de 37 años, y González, de 47, ya se habían enfrentado en los comicios de 2023, en los que el empresario se convirtió en uno de los presidentes más jóvenes del mundo, pese a su corta experiencia política.

En aquel entonces, Noboa ganó la elección para completar el período de Guillermo Lasso, quien disolvió el Congreso y llamó a elecciones anticipadas para evitar que el Legislativo lo destituyese en un juicio político por corrupción.

Nacido en Estados Unidos y graduado en prestigiosas universidades extranjeras, Noboa se convirtió ahora en la opción más votada por los ecuatorianos para desempeñar el cargo durante el período 2025-2029.

Noboa inició su carrera empresarial a los 18 años cuando creó DNA Entertainment Group, una empresa de organización de eventos. Posteriormente, se unió a la Corporación Noboa, fundada por su padre y donde ocupó varios cargos directivos, incluyendo director naviero y comercial.

Estudió Administración en la Escuela de Negocios Stern de la Universidad de Nueva York y obtuvo maestrías en Administración de Negocios y Administración Pública en la Kellogg School of Management y la Universidad de Harvard.

Antes de ser mandatario fue electo asambleísta nacional entre 2021 y 2023 por el Movimiento Ecuatoriano Unido, cuando el gobierno de Guillermo Lasso decretó la «muerte cruzada» y disolvió la Asamblea Nacional.

A su llegada al poder en 2023, el mandatario declaró una “guerra” contra el crimen organizado, que se vio empañada por denuncias de violaciones a los derechos humanos.

Su periodo presidencial también estuvo marcado por las tensiones con su vicepresidenta, Verónica Abad, a quien envió en dos ocasiones a cumplir funciones especiales en Israel y Turquía.

Durante su gobierno, decidió evitar que Abad lo reemplazara en la Presidencia, lo que generó más conflictos entre ellos, pues según el mandatario, Abad ha intentado todos los días “provocar su destitución”.