(Buenos Aires, Argentina. DPA) – La ex presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015) negó las acusaciones sobre supuestas irregularidades en su Gobierno y aseguró que “la corrupción empieza en el sector privado”.
La ex mandataria afirmó sentir “indignación e injusticia” por las imágenes de un ex alto funcionario de su gestión ingresando bolsos con nueve millones de dólares en un convento.
“Sigo afirmándolo, ¿qué empresario fue el que le dio eso? Porque eso tiene que haber venido del sector privado”, subrayó Fernández de Kirchner en una entrevista difundida en la noche del domingo por el canal noticioso C5N.
“Quiero que se investigue a fondo y cada uno dé las explicaciones que tenga que dar. En la obra pública la corrupción no empieza en la cabeza, sino en el sector privado y en el inspector de cada obra”, instó.
Varios altos ex funcionarios de su Gobierno son investigados por supuestos sobornos vinculados con las licitaciones de obra pública.
Por otra parte, se investigan las operaciones de la empresa Hotesur de la familia Kirchner, que controla un hotel a través del cual se podrían haber realizado operaciones de lavado de dinero mediante el alquiler de sus habitaciones a compañías de un empresario cercano al kirchnerismo y que recibió multimillonarios contratos de obra pública durante el pasado Gobierno. Una operación similar se investiga en otra causa en torno a otra empresa controlada por Fernández de Kirchner y su familia, Los Sauces.
La ex presidenta se encuentra en tanto procesada por supuestas irregularidades en la operación en 2015 del Banco Central de la República Argentina (BCRA) con la venta de dólares a futuro a valores menores que los de mercado.
“Más que perseguirnos judicialmente, deberían darnos un premio Nobel de Economía“, sostuvo la ex presidenta. “Entregamos un país funcionando. ¿Que había problemas? Por supuesto que había, pero el Gobierno ahora profundizó los problemas que había y anuló lo bueno que habíamos hecho”, sostuvo.
Fernández de Kirchner negó en tanto que aspire a un cargo en las próximas elecciones legislativas de 2017, aunque abogó por “construir una nueva mayoría con puntos de contacto”. “Yo no tengo vocación de oposición, hay que plantear un modelo alternativo y allí no excluyo a nadie. La gente quiere una alternativa”. “Tengo una misión histórica, pero como militante”, afirmó la política peronista.
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