Cristina Fernández, precandidata a vicepresidenta de Argentina, está convencida de que los argentinos no querrán seguir tolerando cuatro años más de «maltrato» con las políticas que aplicó el gobierno de Mauricio Macri, según lo declaró este sábado durante la presentación de su libro «Sinceramente» en la ciudad de Mendoza (oeste).
«Sinceramente no creo que las sociedades se suiciden. No creo que la gente pueda imaginar cuatro años más con estas políticas, cuatro años más yendo al supermercado con estos precios (…). Estoy absolutamente convencida de la gente no va a querer seguir tolerando este maltrato», expresó la ex presidenta (2007-2015).
«Volver, vamos a volver», cantaban miles de asistentes antes de que la ex gobernante comenzara a hablar en el Centro de Congresos y Exposiciones Francisco de San Martín.
Fernández, que se presentará desde el Frente de Todos a los comicios de octubre en fórmula con Alberto Férnandez como presidente, indicó que la situación alimentaria en Argentina es «igual que en Venezuela».
«Lo esencial es invisible a los ojos», dijo la precandidata en honor a la popular frase del libro de El Principito para explicar que el pueblo argentino carece de las necesidades básicas, entre las que destacó la comida y el trabajo.
Su libro, explicó, relata cómo desde la victoria de Mauricio Macri en los comicios de 2015 se modificaron las pautas de consumo porque «no alcanza la plata».
Definió la estrategia del gobierno como «un verdadero experimento sociológico» que terminó convenciendo a la sociedad «de que hay que bajarles los impuestos a los ricos» e hizo aceptar a la clase media trabajadora que antes «pagaba muy poco de luz», lo que sorprende a la ex mandataria.
«Queremos volver a tener esa Argentina donde podíamos soñar llegar a profesional o a clase media si habías nacido en un hogar pobre», declaró.
«Es maltrato que la gente no pueda comer en un país como Argentina. Es maltrato. No estamos en África o en un páramo del desierto. Si criamos alimentos para 400 millones de personas no podemos tener problemas de hambre», insistió.
Fernández añadió que durante su gestión como mandataria y la de su marido Néstor Kirchner (2003-2007) lograron controlar los problemas de endeudamiento y de empleo.
«Teníamos una deuda manejable y habíamos logrado reabrir nuevamente la cuestión industrial en Argentina», dijo tras indicar que la desocupación al finalizar su mandato en 2015 era de 5,9% y la deuda equivalía al 13% del producto interior bruto.
«El desastre está hecho y a esto hay que ponerle pecho, apechugar todos y devolverle a la gente la esperanza de que una Argentina diferente es posible y la necesitamos», concluyó.
Asimismo, Fernández y el escritor Marcelo Figueras, que la acompañó durante la presentación de su libro, recordaron las palabras que ayer publicaron los medios del economista argentino «ultra ortodoxo», Guillermo Calvo, académico en la Universidad de Columbia.
«Macri no ha mostrado ninguna capacidad de manejar esta situación, más bien la ha empeorado (…). No estoy a favor de Cristina ni de su gente, pero debo reconocer una cosa: de repente, Cristina es lo mejor que le puede pasar al país»