Un adolescente de la ciudad de Everett, en el estado de Washington, acaba de ser condenado a 22 años y medio de prisión por urdir un plan de masacre a un instituto.
Fue descubierto en febrero del año pasado por su propia abuela, que lo denunció, según un comunicado de prensa emitido este viernes.
El juez de la corte superior del condado de Snohomish, Bruce Weiss, sopesó la sentencia para el joven Joshua O’Connor, de 19 años, en una audiencia de tres horas que tuvo lugar el 12 de febrero último, aunque la sentencia se dictó este jueves, de acuerdo con el comunicado de prensa del gobierno de Washington.
“Para mí usted es una heroína”, dijo Weiis a la abuela del adolescente, Catherine Katsel O’Connor, en la audiencia de ayer.
La abuela, no obstante haber hecho la denuncia, le pidió al juez que mostrara misericordia, al ser ella la que descubrió el plan en la habitación del joven, donde encontró un diario para ejecutar una masacre junto con un rifle oculto en la funda de una guitarra.
Además del rifle, la policía encontró en el lugar algunas granadas y evidencia de que O’Connor llevó a cabo un robo a mano armada en un comercio local.
El joven fue detenido en su clase del instituto ACES, un día antes de la masacre en el instituto Stoneman Douglas en Parkland, Florida, que el 14 de febrero del año pasado dejó 17 muertos a manos del exestudiante del propio centro Nikolas Cruz, autor confeso de la masacre.
En su diario, O’Connor había detallado un plan a realizar a finales de abril, coincidiendo con una masacre que conmovió al país, la del Columbine High School, ocurrida el 20 de abril de 1999 en Colorado, cuando dos alumnos mataron a 12 compañeros y a un profesor.
O’Connor pensaba utilizar como bomba una olla a presión que colocaría debajo de las escaleras, con la idea de sorprender a los alumnos en pasillos y en el gimnasio.
El juez leyó a la audiencia los planes escritos donde O’Connor especificaba: “He estado pensando mucho, necesito hacer esta masacre con el mayor número de muertes”.
En un principio, O’Connor planeó la masacre en su antiguo instituto Kamiak, donde había sido suspendido dos veces, pero se decidió por ACE y escribió: “ACE voy a por ti, abril va a ser una maravilla”.
En una entrevista con un psicólogo, O’Connor afirmó que “lo que le importaba era el ‘subidón’ de adrenalina”.
Su madre vive con una enfermedad mental no tratada, por lo que la defensa habló de abuso infantil, a lo que el juez respondió que “fue un acto premeditado de alguien consciente, no un acto compulsivo”.
Weiss dijo al joven que espera que siga con planes nuevos y positivos para el futuro.