El ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Teodoro Ribera, alertó este martes ante la Organización de Estados Americanos (OEA) de que lo ocurrido en su país, sacudido en días pasados por violentas protestas, es una «advertencia» para la región.
«Lo ocurrido en Chile es de una u otra manera una advertencia para todos», sentenció Ribera en una intervención en una sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA a la que acudió para «informar sobre los eventos sociales y de violencia» registrados en ese país y de las medidas adoptadas por el Estado.
«Muchos de ustedes se preguntarán ¿cómo es posible que tengan lugar en Chile estos sucesos, cuando el país goza de una democracia estable, de un Estado de Derecho fuerte y de un crecimiento económico, social y cultural prolongado durante décadas?», admitió.
El canciller chileno citó en ese contexto los «importantes progresos» de su país en las últimas décadas, entre ellos la reducción «a una quinta parte» del porcentaje de la población en pobreza entre el año 1990 y 2017 y multiplicar «por ocho» su producto interior bruto (PIB).
Pero a pesar de este panorama, Ribera admitió que el estallido social vivido en su país «constata, sin embargo, que el crecimiento económico y el crecimiento social no garantizan por sí solo la paz social».
«Las causas de lo que estamos viviendo son múltiples y se inculcan desde hace décadas», agregó el jefe de la diplomacia chilena, quien apuntó que, «más aún, se trata de problemas» que se ven en otros países.
Ya en declaraciones a los periodistas, Ribero explicó que pese a que su país ha tenido un crecimiento los últimos 30 años, «no todo se logra con crecimiento económico» sino a partir de factores concretos.
«La lección de Chile es que el crecimiento económico es fundamental para mejorar la cancha, pero no garantiza la paz social», añadió, al tiempo que se limitó a confirmar que han investigado versiones sobre posibles acciones externas en las protestas en su país.
Al referirse a los informes de organizaciones de derechos humanos que han analizado la situación chilena, apuntó que estas juegan un «rol» y admitió que a veces le gustaría que «tuvieran más equilibrio en reconocer lo bueno y lo malo y proponer soluciones».
«Human Rights Watch, por ejemplo, ha entregado un informe donde reconoce avances y plantea soluciones. Creo que esos informes son más positivos que los informes que solamente plantean las cosas negativas», apuntó.
Durante la sesión extraordinaria, el embajador colombiano ante la OEA, Alejandro Ordoñez, expresó el respaldo a la institucionalidad chilena ante el «complejo momento social y político» que afronta esa nación.
Ordoñez advirtió que en «las últimas semanas se han convocado en países de la región numerosas movilizaciones legítimas» que se han desarrollado pacíficamente en la mayoría de los casos, pero apuntó que al finalizar estas, «grupos de vándalos que se habían mimetizado en las marchas, articulados, financiados, con estrategia política y militar y una altísima organización y propósitos insurreccionales pretendieron y siguen pretendiendo desestabilizar la región».
También aseguró que detrás de los hechos en Chile pueden estar «intereses políticos» y «los mismos ventarrones» que amenazan Colombia que, afirmó, «completa seis días de protestas», en su mayoría pacíficas, pero también con un colofón de violencia.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, indicó que es un «momento particular para nuestro hemisferio» y consideró que son «diversos los desafíos» que se enfrentan.
Sobre Chile, destacó que «ha dado ejemplo en esta etapa», así como lo hizo en los años 80 cuando, según dijo, enseñó «valiosas lecciones gobernando una transición complicada por medio del diálogo y acuerdos multipartidarios».
«La OEA acompaña al pueblo y al Gobierno de Chile ahora y siempre», agregó Almagro, quien resaltó que comenzar un diálogo y la posible reforma a la Constitución «es un acto de estadistas» por lo que vaticinó que «más y mejor democracia será la síntesis de este proceso», del que consideró surgirá «un Chile cada vez más fuerte». EFE