El candidato a la Presidencia de Paraguay por la opositora Concertación Nacional, Efraín Alegre, anticipa en una entrevista con Efe que, de llegar al Gobierno, restablecerá las relaciones de Asunción con el Gobierno de Nicolás Maduro.
Consultado sobre Venezuela, Alegre anticipa que, de convertirse en presidente, restablecerá las relaciones con Caracas que Abdo Benítez rompió en enero de 2019.
«Nosotros tenemos que tener relaciones con todo el mundo. ¿Por qué dejaríamos de tener con Venezuela? ¿Por discrepancias en su modelo político? Ésas son cuestiones que desde luego nosotros creemos que se deben tratar en Venezuela, resolverlas, pero no dejar de tener relaciones», señala.
Alegre es uno de los favoritos para ganar las elecciones del domingo en el país productor de soja y carne vacuna, representando a una amplia coalición de partidos y movimientos de centro, izquierda e independientes. Fue también candidato en 2013 y 2018.
«Estuve tan tranquilo porque hemos vencido a la mafia, porque aún estando preso, la gente sabía que yo era objeto de una injusticia. Eso fue suficiente», dijo Alegre en una entrevista reciente con Reuters en su domicilio, una coqueta casa de dos plantas en las afueras de Asunción.
Alegre, presidente del centenario Partido Liberal, fue imputado porque su agrupación presentó una factura falsa ante el tribunal electoral para rendir cuentas de la campaña en las elecciones de 2018, según la fiscalía. Él asegura que fue víctima de un sistema judicial corrupto.
En su tercer intento por ocupar el sillón presidencial, asegura que quiere derrotar al crimen organizado y a la mafia que «se apoderó del país», apuntando con frecuencia sus dardos hacia el expresidente Horacio Cartes, que lo derrotó en las urnas en el 2013 y ahora es titular del gobernante Partido Colorado.
Si es electo presidente, propone una «nueva política energética desarrollista» que implica negociar con Argentina y Brasil la energía que distribuyen las grandes hidroeléctricas binacionales Yacyretá e Itaipú.
«Necesitamos utilizar la energía para desarrollar nuestro país. Paraguay no gana con esta política rentista donde recibimos dólares por nuestra energía que terminan en el bolsillo de algunos políticos o en una gran burocracia», dijo.
También analizará dar un giro a las relaciones que Paraguay mantiene desde hace más de seis décadas con Taiwán, para acercarse a China y favorecer las exportaciones agropecuarias, que junto con la electricidad son el motor de la economía del país.