California se convertirá en el primer estado de Estados Unidos en exigir que los alumnos de escuelas públicas y privadas estén vacunados contra el COVID-19, un mandato que podría afectar a millones de estudiantes.
La vacuna contra el coronavirus se añadirá a las 10 que ya se piden a los niños en edad escolar, incluyendo la del sarampión y la de las paperas, anunció el viernes el gobernador, Gavin Newsom.
Se concederán excepciones por motivos médicos o creencias religiosas o personales, aunque estas normas no se han escrito aún a la espera de comentarios públicos.
Cualquiera que acuda a clases presenciales y se niegue a vacunarse sin poder acogerse a uno de estos supuestos se verá obligado a estudiar de forma independiente en su casa.
“Queremos terminar con esta pandemia. Todos estamos cansados”, dijo Newsom durante una conferencia de prensa tras visitar una escuela de San Francisco.
“Las vacunas funcionan. Es el motivo por el que California está al frente del país en prevención de cierre de escuelas y tiene la tasa más baja de contagios”, añadió.
El plan se aplicará de forma gradual a medida que el gobierno estadounidense apruebe definitivamente el uso la vacuna para esos grupos de edad. En la actualidad, los menores de entre 12 y 15 años solo pueden recibir la desarrollada por Pfizer-BioNTech en base a una autorización de emergencia. Para los niños de 5 a 11 años todavía están en fase de pruebas.
De acuerdo con la norma californiana, los estudiantes de secundaria tendrán que vacunarse en el semestre posterior a la aprobación definitiva de la vacuna para su grupo de edad, lo que podría ser el próximo julio. En el caso de los alumnos de primaria e infantil, los plazos se alargarían.
El mandato afectará eventualmente a más de 6,7 millones de estudiantes de centros públicos y privados en el estado más poblado del país. California ya exige que los alumnos utilicen mascarilla. AP