La médico cirujano venezolana Fanny Rondón Torres, quien llegó a Argentina el 4 de agosto del 2014, estuvo en los titulares de las noticias locales por salvarle la vida a una niña que ingresó al centro asistencial con 35% de su cuerpo quemado.
“Me siento muy orgullosa de haberme formado en Venezuela. Aprender medicina en Venezuela es algo muy valorable. Creo que una de las fortalezas del médico venezolano en el exterior es eso del trato humanizado, de no solo ver al paciente sino su entorno. Esa dulzura, esa calidez y ese tacto para llegarle al otro”, dijo a Todos Ahora.
Rondón Torres realizó el primer injerto de piel de cadáver en la provincia de Santiago del Estero, ubicado al norte del país. La intervención se hizo junto con un equipo de profesionales en el Hospital Centro Provincial de Salud Infantil Eva Perón.
“Para tratar quemaduras graves se necesita mucho más que un cirujano, se necesita de un equipo interdisciplinario. El tejido se mantiene a temperatura de -24 grados centígrados, y el proceso para descongelarlo sin que sufra ningún trauma, es minucioso, por cada uno de los pasos que conlleva, desde el pedido administrativo hasta lograr trasladarlo en cavas refrigerantes especiales”, explicó.
La venezolana, quien en el año 2019 logró su convalidación por el Ministerio de Educación y el Ministerio de Salud Argentino, siente que cumplió con su deber al presenciar los resultados positivos de esa y otras intervenciones quirúrgicas que han salvado la vida de sus pacientes.
“Ver a la niña recuperada es una satisfacción enorme, verla sonreír al mandarla a su casa y que empatice con todo el personal, no tiene precio, es el mejor resultado; y creo que le pasa a cualquier médico o personal de la salud”, manifestó.