Brasil, uno de los países más castigados por la pandemia de la covid-19 en el mundo, registró en las últimas 24 horas 1.308 muertes por la enfermedad, con lo que encadenó dos días seguidos con más de 1.300 muertes diarias, informó este viernes el Ministerio de Salud.
El gigante latinoamericano superó el listón de las 1.300 muertes diarias cinco veces en los últimos diez días (1.350 el martes 9 de febrero, 1.330 el miércoles 10 de febrero, 1.351 el jueves 11 de febrero, 1.367 el jueves de esta semana y 1.308 este viernes), algo que no llegó a registrar ni en el pico de la primera ola de la pandemia.
De acuerdo con el boletín divulgado por el Ministerio de Salud, con 51.050 nuevos contagios y 1.308 nuevas muertes este viernes, Brasil ya roza los 10,1 millones de casos y los 245.000 fallecimientos a sólo una semana de completar un año de su primer caso, registrado el 26 de febrero de 2020 y que fue también el primero en Latinoamérica.
En total, Brasil acumula hasta este viernes 10.081.676 contagios por coronavirus, 244.765 muertes, 9.029.159 pacientes dados de alta (89,6 % del total de contagiados) y otros 807.752 aún bajo cuidados médicos (8,0 % del total).
Estos datos confirman a Brasil, con sus 210 millones de habitantes, como el segundo país del mundo con mayor número de muertes por el coronavirus, después de Estados Unidos, y el tercero con más infectados, tras la nación norteamericana e India.
Las cifras se han recrudecido en los últimos días debido a que el país enfrenta una segunda ola de la pandemia más virulenta, sin nunca haber superado la primera, y a que ya están circulando en diferentes regiones del país de forma autóctona las nuevas variantes de la covid-19, incluyendo la brasileña (P1), que son más contagiosas.
El promedio de muertes supera 1.000 por día desde el 25 de enero
El promedio de muertes en los últimos 14 días se ubicó este viernes en 1.050, con lo que se mantiene por encima de los 1.000 óbitos diarios hace 26 días, desde el 25 de enero pasado.
La tasa de mortalidad se sitúa ahora en 116 fallecimientos por cada 100.000 personas, mientras que la incidencia es de 4.797 infectados en la misma proporción comparativa y el índice de mortalidad es del 2,4 % de los contagiados.
Para intentar hacer frente a la propagación de la enfermedad, hasta ahora cinco de los 27 estados del país han impuesto rigurosos toques de queda.
Un toque de queda entre las 22.00 horas y las 5.00 horas del día siguiente comienza a regir este viernes en Bahía, el cuarto estado más poblado de Brasil, con 15 millones de habitantes, y por un período de siete días tan sólo será permitida en ese horario la circulación de personas y vehículos para actividades esenciales.
La misma medida comenzó a valer en la noche del jueves en Ceará, igualmente en la región nordeste de Brasil y el octavo estado más poblado del país (9,2 millones de habitantes), en donde el toque de queda se extenderá igualmente por una semana.
Este tipo de restricciones rigen desde hace varios días en los estados de Amazonas, que sufre un colapso sanitario desde enero; Mato Grosso do Sul, fronterizo con Bolivia y Paraguay, y Paraná, que limita con Argentina y también con el territorio paraguayo.
Y mientras que la pandemia continúa agravándose, la vacunación avanza lentamente.
Brasil vacunó hasta ahora a unas 5,5 millones de personas, menos del 3 % de la población y en su mayoría médicos, indios y ancianos, pero varios municipios tuvieron que suspender sus campañas de inmunización por falta de vacunas y el Gobierno tan sólo prevé las próximas entregas para finales de febrero.
El ministro de Salud, Eduardo Pazuello, anunció este viernes que el Gobierno distribuirá 4,7 millones de vacunas entre finales de febrero y comienzos de marzo, y le pidió a las alcaldías que apliquen todas en la población prioritaria sin reservar las necesarias segundas dosis, para acelerar la campaña de inmunización.
Según Pazuello, como el Ministerio recibirá en marzo 21 millones de vacunas, la distribución de los lotes para la segunda dosis está garantizado a tiempo.
EFE