El presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, oficializó la salida de Brasil del pacto de migraciones de las Naciones Unidas, consensuado recientemente en diciembre y ratificado por 152 naciones.
Aunque el pacto había sido apoyado por la administración de Michel Temer, el anterior mandatario de Brasil, Bolsonaro ya había anunciado que sacaría a su país de ese consenso internacional con el argumento de preservar los valores nacionales. «Brasil es soberano para decidir si acepta o no migrantes», escribió Bolsonado en Twitter justo cuando el ministerio de Exteriores de Brasil concretaba la medida mediante un telegrama enviado a la oficina de ONU en Nueva York y Ginebra.
En el mensaje publicado por el presidente del gigante sudamericano también aseguró que las personas que entren al país tendrán que someterse a las leyes brasileñas y respetar su cultura. «Quien venga aquí debe estar sujeto a nuestras leyes, reglas y costumbres, así como deberá cantar nuestro himno y respetar nuestra cultura. No cualquiera entra en nuestra casa, ni cualquiera entrará en Brasil vía pacto adoptado por terceros», añadió.
Pacto Migratório: pic.twitter.com/PPI5j6S698
— Jair M. Bolsonaro (@jairbolsonaro) January 9, 2019
Al justificar la decisión, el nuevo canciller brasileño, Ernesto Araújo, aseguró que el país no puede «dejar las puertas totalmente abiertas para que quien quiera entre», algo que fue rebatido por el saliente ministro de Relaciones Exteriores, Aloysio Nunes, quien afirmó en su momento que «hay una falacia repetida por corrientes de extrema derecha xenófobas de que el pacto se superpone a la soberanía de los Estados”. Al tiempo que recordó que hay más brasileños viviendo en el exterior, tres millones, que extranjeros residentes en Brasil, que son cerca de un millón, menos del 0,5 por ciento de la población del país. El pacto, dijo, pretende también proteger a esos brasileños que están fuera, reseña DW