Un día después de un discurso nada conciliador ante la Asamblea General de la ONU, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, consideró que su alocución «no fue ofensiva».
«¿Querían que fuese para hablar de tonterías», preguntó este jueves en la entrada del Palacio de la Alvorada, en Brasilia, ante un grupo de seguidores.
«No fui ofensivo con nadie. Vi lo que dije. Sería mucho más cómodo hacer un discurso para ser aplaudido, pero no tendría el coraje de miraros a la cara», aseveró.
En su discurso inaugural –desde 1955 es tradición que lo lleve a cabo Brasil–, el ultraderechista afirmó que es una «falacia» considerar a la Amazonia como un «patrimonio de la humanidad». Durante los más de 30 minutos que estuvo hablando, Bolsonaro dijo que no demarcará más tierras indígenas, criticó a las ONG, atacó a Cuba y Venezuela y cargó, sin mencionarlo, contra su homólogo francés, Emmanuel Macron.
Indígenas indignados
También provocaron indignación sus palabras contra el cacique indígena Raoni Metuktire, uno de los mayores líderes indígenas del país, conocido por su lucha contra la deforestación en la Amazonia y propuesto este año como candidato al Nobel de la Paz. En su discurso, Bolsonaro aseguró que no representa a los indígenas y «es usado por gobiernos extranjeros (…) para avanzar en sus intereses en la Amazonia».
Tras estas declaraciones, Raoni pidió en una rueda de prensa la salida del poder del mandatario. «Bolsonaro dijo que yo no soy un líder, y es él quien no es un líder y tiene que salir», aseveró.
Este jueves, el exmilitar volvió a atacar al cacique. «Ya no existe el monopolio de Raoni. Raoni habla otra lengua, no habla la nuestra. Es una persona de edad avanzada. Vamos a respetarle como ciudadano, pero no habla por los indios. Cada tribu indígena tiene un cacique», destacó.
La delegación que acompañó al mandatario en Nueva York estuvo integrada por la indígena Ysani Kalapalo, de 27 años, y a la que se conoció por primera vez cuando apareció en casa de Bolsonaro durante la campaña electoral de 2018.
En una carta, firmada por 16 caciques, los líderes indígenas mostraron su repudió por la elección de Kalapalo como representante de los pueblos originarios de Brasil ante la ONU. En el documento subrayan la humillación que supone para los indígenas la presencia en la ONU de esta mujer quien, según ellos, ofende y desmoraliza en las redes sociales a los movimientos indígenas en Brasil.