El laboratorio que producirá en Argentina la vacuna rusa Sputnik V contra el nuevo coronavirus tiene previsto elaborar cinco millones de dosis de los dos componentes al mes.
Marcelo Figueiras, presidente de Laboratorios Richmond, trazó los objetivos de producción de la vacuna rusa durante una sesión informativa celebrada con diputados en la que se refirió al inicio durante esta semana del proceso de formulación y envasado del inmunizante en instalaciones de esa empresa argentina en las afueras de Buenos Aires.
Un avión de Aerolíneas Argentinas proveniente de Moscú aterrizó en horas de la tarde con más de 480.000 dosis de Sputnik V y 300 litros del principio activo para la producción local de la vacuna, un paso determinante para acelerar la inmunización contra el coronavirus en momentos en que un brote ha tensado al máximo el sistema sanitario argentino y disparado los fallecimientos.
El directivo del laboratorio argentino señaló que “hay que llevar tranquilidad porque con el primer componente de la vacuna podemos evitar el colapso sanitario”, al responder a las preguntas de diputados sobre el contrato entre Laboratorios Richmond, el Centro Gamaleya de Rusia y el Fondo Ruso de Inversión.
Sostuvo que comenzará la producción con una capacidad de 500.000 dosis por semana y que luego se irá ampliando en la planta del laboratorio en la localidad bonaerense de Pilar.
El anuncio se conoció el mismo día que Argentina superó la barrera de los cuatro millones de contagios desde que se decretó la pandemia tras confirmar 31.000 nuevos casos en las últimas 24 horas, mientras acumula más de 82.000 muertos.
Argentina fue el primer país de América Latina y el segundo del mundo que aprobó la Sputnik V, la cual comenzó a aplicarse a fines de diciembre.
Otras vacunas aplicadas en Argentina, con una población de unos 45 millones, son las del laboratorio anglosueco Astrazeneca y las del chino Sinopharm. La primera también se produce a nivel local como parte de una alianza con México, que se ocupa de su envasado.
El presidente Alberto Fernández expresó en un acto oficial su preocupación por la “voracidad tremenda” con que el coronavirus avanza en “algunos lugares del interior de país” luego de haber golpeado a Buenos Aires y sus alrededores en las últimas semanas.
“La pandemia está lejos de estar terminada; estamos en plena batalla”, dijo el mandatario. Agregó que se analizan medidas para que la nueva variante de la India “no entre en la Argentina y no nos arruine todo el trabajo que hemos hecho hasta ahora”.
En el país sudamericano los contagios han aumentado desde fines de marzo a partir de la propagación de las variantes de Manaos, la británica y la andina.
Autoridades de la filial de la farmaceútica estadounidense Pfizer indicaron por su parte a los diputados que siguen en negociaciones con el gobierno para alcanzar un acuerdo de provisión de vacunas luego de que se frustaran las negociaciones a fines del 2020.
En Argentina la producción de la vacuna genera esperanzas cuando las terapias intensivas están al máximo de su ocupación desde que la pandemia impactó en marzo de 2020. En la actualidad 7.827 personas son atendidas en cuidados intensivos.
En el país sudamericano, unas 11,5 millones de personas han recibido la primera dosis de alguna vacuna y 3 millones las dos. AP