El Gobierno argentino oficializó este viernes la designación de María Fernanda Silva como embajadora en el Vaticano, quien será la primera mujer que representa al país suramericano ante la Santa Sede y la primera diplomática afrodescendiente del país.
El nombramiento se realizó a través de un decreto publicado en el Boletín Oficial que confirma que el Vaticano concedió el «plácet de estilo» a Silva, tras la polémica generada en relación al anterior candidato para el puesto, Luis Bellando, que según varios medios locales fue rechazado por la Santa Sede.
Cuando se conoció la noticia, a mediados de enero, fuentes del Vaticano señalaron a Efe que todavía no habían comenzado a estudiar la candidatura, aunque poco antes el jefe de Gabinete argentino, Santiago Cafiero, confirmaba que iban a revisar la designación de Bellando.
«Se reverá y se reverá también si hace falta otro candidato o candidata para enviar como embajador o representante en la Santa Sede» afirmó Cafiero el 16 de enero sobre una posición que desde hoy ya tiene representante oficial.
La Cancillería argentina publicó ayer un mensaje en Twitter donde destacaba la «dedicación», «lucha» y «esfuerzo» de Silva, junto a un vídeo con declaraciones de la nueva embajadora.
«Me presenté a dar los exámenes de ingreso al servicio exterior de la nación allá lejos. Por 1990 presentarse a rendir esos exámenes sin conocer a nadie, una muchacha de Flores (barrio de Buenos Aires del que también es originario el papa Francisco) con una hija bebé, sin apellidos, diplomáticos en la familia, era un desafío, un sueño muy grande», afirma en el vídeo.
En el mismo manifiesta su intención de buscar «la mejor relación posible» entre Argentina y el Vaticano y potenciar «caminos de encentro» y «temas de cooperación».
María Fernanda Silva ostenta desde 2015 el rango de «ministra extraordinaria y plenipotenciaria de primera clase», tras lo que se integró a la Embajada ante la Santa Sede, donde fue la primera mujer en ejercer el puesto de jefa de Cancillería.
Previamente, en 2007, estuvo en la embajada de Venezuela, donde ejerció como consejera.
En 2016 asumió como representante argentina ante los tres organismos de las Naciones Unidas con sede en Roma: La FAO, el Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (FIDA) y el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA).
Además integró la Secretaría General de UNASUR desde 2012, y dos años después fue designada a cargo de la Dirección Caribe dependiente de la Subsecretaría de Política Latinoamericana.
Es licenciada en «ciencias políticas con especialización en relaciones internacionales» por la Pontificia Universidad Católica Argentina Santa María de los Buenos Aires y desde 1993 forma parte del servicio permanente activo del servicio exterior del país.
EFE