Angela Merkel pide el voto por Laschet en la recta final de la campaña para las elecciones federales

La canciller Angela Merkel acompañó al candidato Armin Laschet en el último evento de campaña previo a las elecciones, en Aachen, Alemania, el 25 de septiembreLa canciller Angela Merkel acompañó al candidato Armin Laschet en el último evento de campaña previo a las elecciones, en Aachen, Alemania, el 25 de septiembre

La intención de voto muestra al candidato de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) por debajo del aspirante de la izquierda, Olaf Scholz. La canciller salió en respaldo de su partido y llamó a votar por Laschet para «mantener la estabilidad en Alemania» en un intento de captar a los indecisos. Entretanto, Scholz cerró su campaña en Potsdam y llamó a hacer «un gran cambio», mientras que Annalena Baerbock, de los Verdes, finalizó actos en Dusseldorf.

Luego de 16 años de mandato de Angela Merkel, en los que su dominio europeo cortó de cuajo las aspiraciones electorales de sus rivales en Alemania transformando la renovación de la Cancillería en un trámite predecible, los comicios que se definirán este domingo han hecho tambalear la seguridad del la CDU.

A pocas horas de que se abran las urnas, la canciller salió al rescate de Armin Laschet, el poco carismático candidato de la Unión Demócrata Cristiana a quien la intención de voto lo ubica por detrás de Olaf Scholz, quien ha sabido capitalizar el descontento contra su principal rival.

La postura de Merkel en la campaña dio un giro brusco, luego de que no apareciera ni emitiera opinión hasta la recta final y ahora juega sus cartas para capturar los votos de los ciudadanos indecisos. Para eso, este sábado estuvo presente en un mitin, el último en esta víspera, junto a Laschet en Aquisgrán, el lugar natal del pretendiente, próximo a la frontera con Bélgica y Países Bajos.

Merkel definde el voto para Laschet como garantía de «estabilidad»

La canciller reafirmó en el evento del sábado el mismo discurso que expresó el viernes, en Múnich, donde llamó a votar al candidato del CDU para tener la continuidad de su gestión. «Para que Alemania siga siendo estable tiene que gobernar Armin Laschet», afirmó sin vacilaciones.

Y es que el convencimiento y la popularidad de Merkel (deja el cargo con casi 70% de aprobación) no ha ido por arrastre a Laschet, obligando a la aún vigente mandataria a tomar partido activamente de la campaña de su coalición.

En Aquisgrán, describió las características políticas de Laschet, a quien denominó como alguien capaz de «tender puentes» y que defiende «con pasión y corazón» el espacio al que pertenece.

También destacó su mandato en Renania del Norte-Westaflia y el papel activo de Laschet por la cohesión de una Europa unida, uno de los principales legados del liderazgo de Merkel y quizás su principal premisa en cuanto al papel de Alemania respecto a la Unión Europea durante todo su mandato.

Luego de semanas de escaso apoyo y nula aparición mediática junto a Laschet, la canciller se mostró en cuatro actos en seis días, siendo un miembro activo de la recta final rumbo a los comicios que definirán el nuevo rumbo de la principal potencia de la Unión Europea.

El hombre de CDU es el elegido por la coalición para ir por la Cancillería y tomar el legado de Angela Merkel, una situación compleja debido al espacio que habrá que ocupar luego de la salida de la líder, que ha marcado un antes y un después para Alemania y el bloque comunitario.

Sin embargo, Laschet no llega de la mejor manera a los comicios, debido a que su imagen se vio desgastada en los últimos meses pese a tener un perfil conciliador y diplomático, con similitudes al de Merkel en este sentido y con posturas positivas como su apertura a la migración. De hecho, fue de los pocos que apoyaron a la canciller cuando abrió la frontera para los refugiados.

Laschet llega a las elecciones con una imagen debilitada

Gobernador desde 2017 de Renania del Norte-Westaflia, el estado con mayor población en Alemania, debió optar por un perfil más bajo, cauteloso, para generar aceptación en la opinión pública luego de episodios que le produjeron críticas o limaron su figura.

La primera fue la interna contra Markus Söder, un hombre pesado dentro de los conservadores, con el que dirimió la candidatura. Aunque fue el elegido, la disputa tensa y ventilada afectó su simpatía ante el pueblo alemán y lo debilitó como una persona sin el respaldo total de su frente político.

Posteriormente, un deficiente manejo de la pandemia en su distrito y las inundaciones de julio hicieron dudar de su jerarquía como comandante en las crisis. Por último, el pico máximo de desavenencias llegó cuando las cámaras lo enfocaron riendo en un evento homenaje a las víctimas de las inundaciones.

El hecho de jugar en el mismo equipo que Merkel no fue suficiente para paliar los contratiempos y las dudas que se sembraron en los votantes. En este panorama, la canciller debió salir públicamente y reiteradas veces para intentar retener la Cancillería para la Unión Demócrata Cristiana.

Olaf Scholz y su sobrio perfil tienen una exigua ventaja cara a las federales

Entretanto, el candidato del Partido Socialdemócrata (SPD), actual vicecanciller y ministro de Finanzas, Olaf Scholz, lidera las encuestas, aunque su margen se ha visto menguado respecto a días atrás, y actualmente los sondeos auguran lo que podría ser un empate técnico con Laschet.

Por sus características de bajo perfil y seriedad se le asemeja a Merkel, e incluso él mismo se presentó como el sucesor de la canciller. El político ha sabido jugar sus cartas y suplir su falta de carisma, presentándose como figura sólida cuya ausencia de estridencias sea símbolo de previsibilidad.

Los errores no forzados de sus competidores han sido un potenciador importante para Scholz en esta carrera rumbo a los comicios y su imagen, antes mirada de reojo y con pocos adeptos, se ha visto beneficiada. Lo han colocado en una situación propicia para combatir en igualdad de condiciones en las urnas ante el hombre del oficialismo.

«Quiero asegurarme de que los que trabajan tan duro y ganan tan poco lo tengan un poco mejor. Y luego queremos decidir en el primer año del próximo gobierno. Habrá un aumento del salario mínimo a 12 euros. Eso es un aumento de salario para diez millones de ciudadanos en Alemania», aseguró el candidato socialdemócrata en su último acto de campaña este 25 de septiembre en la ciudad de Postdam.

Su plataforma comprende un aumento del salario mínimo, becas para estudiantes y ayudas a madres trabajadoras que ayuden a combatir la pobreza infantil. Es el elegido, por su experiencia en el movimiento de izquierda, para devolverle a su partido el poder en la Cancillería, algo que no consigue desde la salida de Gerhard Schroder en 2005.

El sábado, en su cierre de campaña en Potsdam, aseguró que ha estado «en toda Alemania para producir un cambio este domingo». Sobre la conformación de su gobierno, afirmó que la coalición más importante será “la de los votantes». «Cuanto más fuerte sea el SPD, más fácil será para mí formar un gobierno», afirmó. Posteriormente, no descartó alianzas con los Verdes.

Annalena Baerbock finalizó su campaña en Dusseldorf

La candidata de los Verdes, el espacio que lideró las mediciones en abril pasado con una intención de voto de casi el 30% llega a las elecciones tercera en gran parte a los errores cometidos por ella misma.

Un currículum exagerado, un registro tardío de declaración de ingresos adicionales y el plagio de 100 pasajes en su libro ‘Ahora: cómo renovamos nuestro país’, fueron demasiados golpes para la imagen de una política que recibía buenos augurios por ser considerada una mujer fuerte y radicalmente distinta a los dirigentes tradicionales.

Ahora, sin embargo, los Verdes se encaminan a ser la llave para conformar una coalición de Gobierno para el CDU o el SPD. En Dusseldorf, Baerbock finiquitó su campaña junto a su colíder Robert Habeck.

«Renovemos este país y saquemos lo mejor de Alemania, eso es lo que defendemos», afirmó la aspirante, que apunta a combatir el cambio climático acelerando el consumo de energías renovables y dejar el uso del carbón.

«Si queremos mantener nuestra prosperidad y estado de bienestar, entonces ahora es el momento de construir nuestra industria con energías limpias, entonces aseguraremos la prosperidad de este país», detalló la candidata en su cierre de campaña.

Con Reuters y EFE