La participación a media jornada de la primera vuelta en las elecciones parlamentarias que se celebra hoy en Lituania era del 32 %, dos puntos más que en los anteriores comicios nacionales a esa hora, según las autoridades de Vilnius.
Ese voto en los colegios electorales incluye el 11 % que hicieron uso del sufragio avanzado -entre el 5 y el 8 de octubre-, un porcentaje asimismo más alto que en las elecciones de 2016, en que fue del 6,5 %.
Los colegios abrieron a las 04.00 GMT -las 07.00 locales- y se cerrarán a las 17.00 GMT -las 20.00-. A las urnas están convocados unos 2,5 millones de electores, que definirán entre ésta y la segunda vuelta, el 25 de octubre, el reparto de escaños del nuevo Parlamento de Vilna, el Seimas.
Los comicios se celebran bajo estrictas medidas de higiene y seguridad. Es obligatorio el uso de mascarilla en los puntos de votación, así como respetar la norma del distanciamiento físico.
En disputa están los 141 escaños de la cámara: 71 corresponden a distritos unipersonales, que se deciden en las dos rondas de votación; los otras 70 surgen del reparto proporcional entre las listas de los partidos.
Los últimos sondeos pre-electorales apuntaban a un codo a codo por el primer puesto entre la Unión de los Agricultores y Verdes (LFGU), la formación que respalda al primer ministro, el independiente Saulius Skvernelis, y la Unión Cristianodemócrata Lituana (HU-LCD).
Los encuestas pronostican un 15,1 % para los gubernamentales LFGU, frente al 14,9 % para la fuerza opositora. Pero hay un alto porcentaje de indecisos -un 18,1 %-.
Skvernelis, quien votó a primera hora al igual que el presidente del país, Gitanas Nauseda, afirmó que Lituania nunca había vivido tan bien y con tanta seguridad y expresó su aspiración a poder proseguir con este trabajo.
El jefe del Gobierno también destacó el papel desempeñado para paliar los efectos económicos de la pandemia. El Ejecutivo aprobó recientemente un paquete de 2.000 millones de euros para ayudar a las empresas más afectadas por la crisis generada por la pandemia.
El nuevo Gobierno surgirá con toda probabilidad de una negociación entre las distintas formaciones -incluidas las minoritarias- que accedan al Seimas.
El LFGU ha hecho valer en su campaña el esfuerzo económico realizado estos meses para paliar los efectos de la pandemia. Algunos analistas destacan que esos impulsos pueden no haber convencido al ciudadano, mientras el índice de desempleo se ha disparado del 9 % de febrero al 14 % actual.
Pero en medios lituanos se ha apuntado a un eventual pacto entre los conservadores de HU-LCD y los socialdemócratas, a los que se pronostica un 8,5 %, que buscarían el respaldo de partidos minoritarios y excluirían al LFGU.
Algunos analistas consideran que las condiciones impuestas por la pandemia pueden ser un factor disuasorio para el votante menos comprometido, lo que favorecería, teóricamente, a los conservadores, cuyo votante es tradicionalmente más fiel.EFE