El grupo de aerolíneas Lufthansa va a recibir 9.000 millones de euros de ayudas públicas, con lo que el Estado alemán entra en su capital y, aunque no quiere influir en las decisiones de la compañía, va a exigirle que en la renovación de su flota compre aviones menos contaminantes.
De este modo, el Estado alemán se convierte en el accionista mayoritario de Lufthansa, que ha sufrido hasta marzo una pérdida operativa antes de extraordinarios de 1.200 millones de euros porque las restricciones a los viajes por la propagación del coronavirus han lastrado el resultado notablemente.
Tras largas negociaciones, Lufthansa informó hoy en un comunicado de que el Estado alemán se hará con una participación directa en la compañía del 20 % mediante la suscripción de acciones en una ampliación de capital, participación que está por debajo de la minoría de bloqueo con la que el Gobierno alemán podría vetar algunas decisiones de la compañía, que emplea a 138.000 personas.
Además, el Estado alemán puede aumentar su participación en Lufthansa un 5 %, hasta el 25 % del capital más una acción, mediante la compra de deuda convertible en acciones ordinarias para proteger a la compañía en caso de una oferta de adquisición hostil.
El fondo de estabilización económica que ha creado el Gobierno alemán para ayudar a las empresas que atraviesan dificultades por la pandemia de coronavirus ha aprobado las ayudas para la aerolínea alemana, que son apoyadas por su dirección.
Las ayudas contemplan medidas de estabilización y créditos por valor de hasta 9.000 millones de euros.
El Ministerio de Economía alemán aclaró en un comunicado que «la empresa estaba sana y rentable antes de la pandemia de coronavirus y tiene buenas perspectivas de futuro, pero ha caído en una crisis existencial por la crisis del coronavirus».
La pandemia ha puesto en peligro unos 10.000 empleos en Lufthansa.
El estatal Banco alemán de Crédito para la Reconstrucción y el Desarrollo (KfW) también dará a Lufthansa un crédito consorcial con vencimiento a tres años de 3.000 millones de euros, en el que también participarán bancos privados con 600 millones de euros.
El Estado alemán adquiere, a través del fondo de estabilización económica, una participación silenciosa, sin derecho a voto, por valor de 4.700 millones de euros, que puede reconocerse como capital propio.
Además adquiere una participación del 20 % con derechos de voto limitados por unos 300 millones de euros mediante la suscripción de acciones en una ampliación de capital a un precio de 2,56 euros por acción, muy por debajo del precio actual.
Lufthansa subió hoy al cierre de la negociación en la Bolsa de Fráncfort un 7,5 %, hasta 8,64 euros, después de acordar las ayudas estatales con el Gobierno alemán.
El Estado alemán se puede hacer con una segunda participación sin derecho a voto por unos 1.000 millones de euros, que puede ser convertida en acciones de la compañía bajo determinadas condiciones y representa, como mínimo, otro 5 %.
El Estado alemán cobrará por los 5.700 millones de euros de ayudas mediante las participaciones sin derecho a voto, unos intereses al principio del 4 % y después de hasta el 9,5 %.
Asimismo, el Gobierno alemán estará representado con dos mandatos en el consejo de supervisión de Lufthansa.
A cambio de las ayudas estatales, Lufthansa se compromete a cumplir determinados objetivos de reducción de emisiones contaminantes al renovar su flota de aviones, a limitar las remuneraciones para la junta directiva y otros ejecutivos y a no repartir dividendos.
Estas medidas de ayuda deben ser aprobadas ahora por Lufthansa y posteriormente por la Comisión Europea (CE).
Otras grandes empresas alemanas han recibido también ayudas públicas para superar los efectos de la pandemia.
Adidas va a recibir ayudas por valor de 2.400 millones de euros a través de un crédito consorcial del KfW y 600 millones de euros de otros siete bancos, que son UniCredit, Bank of America, Citibank, Deutsche Bank, HSBC, Mizuho Bank y Standard Chartered Bank.
Adidas tampoco podrá repartir dividendos a sus accionistas hasta que venza el crédito y ha decidido interrumpir las recompras de acciones propias.
La junta directiva no va a cobrar los bonus a corto y largo plazo correspondientes a este año, que representan un 65 % de sus remuneraciones anuales.
El grupo turístico TUI va a recibir un crédito de 1.800 millones de euros del KfW porque tuvo que suspender a mediados de marzo todas sus actividades de viajes organizados, vuelos, cruceros y gestión de hoteles.
EFE