Acusaron a un sacerdote de robar miles de dólares para pagar novios y una casa en la playa

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El supuesto plan de Joseph McLoone era complicado.

El pastor de 56 años usó su posición en la Iglesia Católica St. Joseph en Downingtown, Pensilvania, para abrir una cuenta bancaria secreta en 2011, de acuerdo a los cargos presentados el miércoles por la Oficina del Fiscal del Distrito del Condado de Chester. Con acceso ilimitado a los fondos parroquiales, dicen los informes de la corte, desvió donaciones y malversó gastos, moviendo más de USD 100.000 a “St. Joseph Activity Account” y gastando el dinero en novios, una casa en la playa y cenas románticas con el hombre que conoció a través de una app de citas.

El ladrón pasó desapercibido durante seis años, según los informes de la corte revisados por The Washington Post, pero McLoone fue arrestado el miércoles y acusado de 19 cargos, incluido el robo y la recepción de bienes robados.

“El padre McLoone ocupaba una posición de liderazgo y sus feligreses confiaban en él para manejar adecuadamente sus generosas donaciones a la Iglesias”, dijo la Oficina del Fiscal del Distrito del Condado de Chester, Charles A. Gaza. “El padre McLoone violó la confianza de los miembros de St. Joseph en su propio beneficio”.

En total, los fiscales aseguraron que McLoone robó USD 98.405 de la parroquia “para financiar su estilo de vida”, que incluía una casa en la playa en Ocean City, Nueva Jersey, y pagos a más de una docena de hombres adultos que McLoone admitió conocer a través de Grindr, según una declaración jurada de la policía en la que planteaban la probable causa del robo.

A principios de 2018, la Archidiócesis de Philadelphia descubrió la cuenta que McLoone no había registrado en los libros, una violación de la política de la archidiócesis. Según el director de comunicaciones, Kenneth Gavin, la archidiócesis congeló la cuenta y lanzó una investigación sobre los registros financieros de la parroquia.

McLoone admitió a los administradores que algunos de los gastos eran “de naturaleza inapropiada” y, según dijo Gavin en un comunicado “estaban ligadas a relaciones con adultos que representaban una violación de “‘Los Estándares de Comportamiento Ministeriales y Límites’ establecidos por la archidiócesis”.

Poco después, se le impuso a McLoone una licencia administrativa; St. Joseph Parish no respondió a una petición de comentarios de The Post.

El abogado defensor, Melissa McCafferty, que representa a McLoone, le dijo a The Post el jueves que los cargos estaban “basados en muchas sospechas, insinuaciones y sentimientos personales sobre la vida personal de McLoone, que no tienen nada que ver con la comisión de un delito”.

Liberado con una fianza de USD 50.000, se espera que McLoone aparezca en la corte para una audiencia preliminar el 18 de septiembre.