3 muertos y 11 heridos dejó la explosión en un edificio en el centro de Madrid

Una fuerte explosión en un edificio del centro de Madrid, en la calle Toledo, ha dejado al menos tres muertos y once heridos, uno de ellos graves. El estallido, provocado por un escape de gas, ha derrumbado varias plantas de la construcción, que pertenece a la parroquia de la Virgen de la Paloma, y se encuentra entre una residencia de mayores y un colegio.

Una tres varones han fallecido en la explosión, que ha dado lugar a un incendio en el interior del inmueble y ha dejado la calle cubierta de escombros. El delegado del Gobierno, José Manuel Franco, en una entrevista en la cadena Ser ha apuntado a la fuga de gas como causa de la deflagración y ha señalado que el técnico de la caldera que se creía desaparecido en el edificio del número 98 de la calle de Toledo es una de esas tres víctimas mortales.

Se trata de David Santos Muñoz, electricista de 35 años, padre de cuatro niños, y feligrés de la parroquia, según ha informado la Archidiócesis de Madrid en un comunicado. Había acudido a echar una mano porque, según publica Efe citando a fuentes de la congregación, la caldera de gas del edificio llevaba días funcionando mal, pero las nevadas del temporal Filomena habían demorado la reparación.

Los otros dos fallecidos estaban pasando por delante del edificio cuando ocurrió, según ha indicado el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado.

Al menos 11 heridos, uno grave

Las personas en la residencia de mayores de titularidad privada Los Nogales y en el colegio concertado La Salle han salido ilesas, pero los servicios de emergencia han atendido al menos a once heridos relacionados con la explosión, que se ha producido a penas unos minutos antes de las 15 horas.

El pronóstico de un varón de 36 años con politraumatismo es grave, por lo que ha sido trasladado al hospital La Paz. Otras tres personas, con pronóstico leve o reservado, han necesitado ser atendidas en los hospitales Ramón y Cajal, Clínico y Fundación Jiménez Díaz. Finalmente, los servicios de emergencias han podido atender al resto de heridos en un puesto sanitario montado in situ.

Además, la detonación ha destrozado el edificio que, según ha indicado la Archidiócesis de Madrid en su comunicado, albergaba locales parroquiales y de Cáritas, así como viviendas de los sacerdotes. Cuatro de ellos ya han sido atendidos por el Samur y están fuera de peligro, pero un quinto, el joven Rubén Pérez Ayala, es uno de los heridos trasladados al hospital y se encuentra muy grave.