No son tranquilizadores los pronósticos del astrólogo José Bernardo Gómez para Venezuela, a propósito del eclipse lunar de este viernes 27 de julio. Según el experto, el fenómeno astronómico podría desatar enormes fuerzas contenidas, con resultados difíciles de prever.
Sus observaciones provienen de analizar el cuadro general del país, desde el punto de vista astrológico e histórico, con especial énfasis en los acontecimientos que podrían precipitarse con el eclipse del 27, que será del tipo Luna de sangre y tendrá la mayor duración de todos los que sucederán en este siglo (1 hora 43 minutos en su etapa total).
Los pronósticos de la influencia de eclipse son aplicables en general, por lo que Gómez y otros astrólogos han previsto posibles turbulencias políticas y sociales en diversas zonas del planeta.
Específicamente en el caso de Venezuela, el astrólogo expresó en su blog Astrologuía que “las condiciones cósmicas del presente permiten vislumbrar que el país se encauza hacia un desenlace abrupto de la situación actual, mediado por un elevado contenido conflictivo que tiende a alterar el equilibrio social y a provocar manifestaciones de violencia. Lo que dará paso a un nuevo estadio de su evolución política e institucional”.
“Bajo esa perspectiva, concluimos afirmando que Venezuela vive un proceso de metamorfosis, que implica el fin de un ciclo y el comienzo de otro. Como en toda fase de adecuación al cambio, el país pasa por una condición de incertidumbre, la cual se ha apoderado de la psique colectiva, causando un estado de estupefacción generalizada, que ha conducido a una suerte de letargo del que sobrevendrá alguna acción inesperada, o desesperada, que precipitará los acontecimientos por venir. Ante esa situación cobra vigencia el refrán: Guerra (golpe o invasión) avisada no mata soldado…”, añadió el astrólogo, historiador y filósofo.
La Luna roja no viene sola
Gómez precisó en qué elementos astrológicos se basa la presunción de que el eclipse abre un espacio propicio para las salidas inesperadas y posiblemente violentas. Curiosamente, el mayor peso no parece tenerlo la Luna sino Marte.
“Cuando la Luna llena se introduce en el cono de sombra que proyecta el planeta Tierra, por su ubicación en la línea de fuego entre Sol y Luna, ella adquiere un color rojizo que la opaca, ya que no llega a ocultarse completamente. Esa es la razón por la cual se le ha denominado Luna Roja o Luna de Sangre”, explicó. “En esta oportunidad nuestro satélite va a coincidir con la posición que ocupa el planeta Marte en la esfera zodiacal, lo que le dará mayor potencia y le ofrece a la Luna eclipsada una carga adicional de ímpetu guerrero, luchador y agresivo”.
Gómez recordó que Marte recibe el apodo de “planeta rojo”, por el color con el que se le puede percibir cuando se encuentra, como ahora, del lado opuesto del cielo en el que se halla el Sol. Además, en la mitología es el dios de la guerra.
“El planeta rojo está alineado esta vez con la Luna, el Sol y la Tierra, y se encuentra, a su vez, en el punto más cercano a la Tierra (57 millones de kilómetros), como no lo había estado desde hace 15 años (en agosto de 2003 se acercó hasta los 55 millones de kilómetros). Por esta razón se encuentra retrógrado desde hace un mes y permanecerá igual tiempo bajo esa condición. Cuando Marte retrograda, la energía que representa ha estado bloqueada y eso facilita repentinas explosiones de violencia por causas aparentemente inocuas”, advierte.
El cuadro preocupante lo completa Urano, planeta regente del signo de acuario, la zona del cielo por donde transitan la Luna y Marte en este eclipse. “Urano se halla estacionario en Tauro, preparando una retrogradación adicional, que elevará a siete el número de planetas en dirección inversa. Desde el signo del toro, el planeta rebelde está listo para embestir con fuerza hacia los trapos rojos que estarán agitando la Luna y Marte”, añade.
Acotó que Urano es el astro de lo imprevisto y en esta ocasión absorberá y canalizará el caudal energético proveniente del alineamiento Sol-Tierra-Luna-Marte, reforzando el carácter desestabilizador de la configuración astral, reseñá LaIguana.TV