Nuevos detalles sobre la muerte Naya Rivera fueron revelados este viernes por la oficina forense del condado de Ventura, quien publicó los informes completos de su autopsia y del caso. La actriz y cantante estadounidense se ahogó accidentalmente en el lago Piru (California, EEUU) el pasado 8 de julio mientras navegaba en un bote con su hijo Josey.
De acuerdo con los documentos —obtenidos por la revista People—, el pequeño, de cuatro años, aseguró que poco antes de los hechos él y Rivera contaron hasta tres y se lanzaron al agua. Más adelante, su madre le pidió que regresara al bote y, luego de que lo ayudara a subir, Josey la escuchó gritar «ayuda». «Ella levantó su brazo en el aire. Luego desapareció en el agua», subraya la investigación.
Si bien Rivera gozaba de buena salud, tenía un historial de vértigo «que empeoraba cuando estaba en el agua». Ya había sido tratada y aunque su condición llegaba al punto de producirle vómito, había aprendido a «controlar los síntomas con antihistamínicos». Por otro lado, le había sido recetado un medicamento para la ansiedad y otro para controlar una infección sinusal reciente, añade el documento.
Los expertos consideraban que la artista era «una buena nadadora». El hombre que le alquiló la embarcación había afirmado que ella rechazó un chaleco salvavidas, pero de todos modos él puso uno a bordo. Rivera no tenía un historial ni antecedentes conocidos de ideas o intentos de suicidio. Aunque el informe toxicológico reveló niveles bajos de anfetamina, diazepam, etanol y de un supresor del apetito, los forenses descartan el uso de drogas o alcohol como causas del siniestro y reiteran que la actriz falleció por ahogamiento de manera accidental.
El 8 de julio, Rivera alquiló un bote para navegar con su hijo. Horas después de que salieran del embarcadero, el personal de la empresa de alquiler empezó a buscarlos y encontró la barca a la deriva con el niño dormido a bordo. El menor dijo a la Policía que salieron a nadar, pero su madre no había regresado al bote. Rivera fue encontrada muerta el 13 de julio.
La actriz, de 33 años, interpretó a Santana López y a Rachel Calvado en las series ‘Glee’ y ‘CSI: Miami’, respectivamente, y participó en otras películas y series.