Encarnar a un mito tan querido como Freddie Mercury podía ser una bendición o un regalo envenenado. Rami Malek no sólo ha logrado convencer a millones de fans de todo el planeta con su interpretación en el filme Bohemian Rhapsody, sino que también le ha valido para ganar el Óscar a mejor actor.
“Gracias a Queen por dejarme ser la parte más diminuta de su fenomenal y extraordinario legado. Estoy en deuda con vosotros para siempre”, ha señalado Malek sobre el escenario. Hijo de inmigrantes egipcios, el artista ha instado en su discurso a que se cuenten más historias que apuesten por la diversidad y que versen sobre personas que tienen problemas con quiénes son y con su identidad.
«Sabíamos, y lo pensamos de manera colectiva, que había que reflejar aspectos difíciles de su vida, los retos, las dudas y también los éxitos. Pero tras conocer a Freddie, con todas las investigaciones que hice, creo que hablamos de un hombre muy perfeccionista que quería celebrar la alegría de la vida; divertirse, ante todo y sobre todo”, señaló a la prensa cuando presentó por primera vez la película.
La carrera de Malek ha disfrutado de otras interpretaciones gloriosas. Los espectadores pudieron verle en series como The Pacific y películas como Las vidas de Grace (2013). Pero si hay una actuación con la que se ganó al gran público esa no fue otra que la del hacker taciturno de Mr. Robot, reseña Globovisión