Ha sido la propia Olivia la que se ha manifestado en sus redes sociales, a través de un vídeo, para calmar a sus fans: “Los rumores sobre mi muerte han sido bastante exagerados.
Estoy genial y os deseo a todos un feliz Año Nuevo”, exclama sonriendo. Esperanzadoras palabras a pesar de que fue ella misma la que, en mayo del pasado año, reconoció que este último tumor se había extendido con metástasis hasta el hueso sacro en su columna vertebral.
La nueva información contrasta con la tajante frase que encendió todas las alarmas entre los medios de cine y prensa rosa: “Las funciones vitales de Olivia están mermardas pero ella quiere seguir luchando hasta el día de la boda de su hija Chloe”, aseguraba una fuente anónima que ahora ha sido desmentida por la misma protagonista.
Todo está controlado, por ahora
Su mánager, el Michael Carpio, también se pronunció en el diario británico ‘Daily Mail’, comentando que todo lo que se dice acerca de su cliente en los tabloides no es cierto. Al parecer, la afección no es tan funesta como se rumoreaba. O al menos así se intenta transmitir.
Los primeros síntomas de esta nueva ramificación dieron la cara en 2017, cuando la intérprete sufrió un fuerte dolor de espalda que la obligó a cancelar una gira de conciertos que iba a llevar a cabo a sus 70 años de edad. Ahora, parece que su intachable trayectoria profesional sufrirá un pequeño parón en aras de recuperarse totalmente a través de un tratamiento de radioterapia y un leve consumo de marihuana medicinal, algo legal en California, lugar en el que reside la actriz, reseña Vanatis.ElConfidencial