Como es bien sabido, el algoritmo de Netflix es terco y siempre te muestra lo mismo, o lo más nuevo, o lo que cree que te gusta con dudoso criterio
Netflix tiene todo un catálogo de películas que han llamado la atención de sus usuario; sin embargo existen 5 filmes que están ocultas y que tienes que ver hoy en tu rato libre, ya que no te dejarán con un mal sabor de boca, sino que te dejará una anécdota más que contar y, es que encontramos gran parte de la filmografía para nada convencional de Miyazaki o Almodóvar, o la flamante Ruido de fondo, la nueva película de Noah Baumbach. Y así podríamos pensar en otros ejemplos.
Como es bien sabido, el algoritmo de Netflix es terco y siempre te muestra lo mismo, o lo más nuevo, o lo que cree que te gusta con dudoso criterio y resulta que hay bastante más contenido donde bucear. El menú sin manipular es la puntita del iceberg. Nos metimos en las profundidades y encontramos películas de todas las latitudes que son toda una apuesta ética y/o estética, con una visión artística clara o con la actitud suficiente para ser desafiantes y por eso estar escondidas en un rincón, como si no pertenecieran allí.
Los exterminadores del más allá contra la rubia del baño
El nombre ya es una señal, esta producción brasileña es una fiesta absoluta. Por supuesto no hay ninguna intención de crear una obra de arte, solo pasarla bien, reírse y mucho. Y para eso qué mejor combinación en el cine que la comedia y el terror de Netflix. Un grupo de youtubers demasiado inspirados en los Cazafantasmas “investiga” –porque en realidad monta y falsea- casos paranormales hasta que en un colegio se topan con uno de verdad: la loira do banheiro (o rubia del baño), que de hecho es una popular leyenda urbana de Brasil. Un timing impecable para mechar acción, humor y suspenso; un arsenal de chistes que van de lo agudo a lo absurdo, pasando por lo zarpado y lo escatológico; personajes odiosos que luego son queribles, posesiones muy originales –hay una escena con un feto tan genial que vale por toda la película- y mucha, mucha sangre.
Piola
Martín y Charly son amigos y tienen una banda de rap y hip hop que los evade de sus problemas familiares y económicos. Sol, por otro lado, en su día a día se apoya mucho en su perra hasta que se escapa y sale a buscarla desesperada. Esta ópera prima de origen chileno es un relato coral que narra con mucha agudeza –y esquivando la denuncia- el difícil paso de la adolescencia a la primera juventud en un país como Chile, donde se huele en el aire el no future neoliberal. La falta de movilidad social, las brechas generacionales irreconciliables donde padres y docentes ni siquiera entienden a los jóvenes y el acecho omnipresente de la policía son moneda corriente pero los chicxs tienen a sus amigxs, la calle y la música.
Cities of Last Things
Esta coproducción entre Taiwán, China y Francia, dirigida por el malayo Wi Ding Ho, cuenta en reversa la trágica vida de un hombre en tres noches clave. Tres sucesos horribles: de adulto mayor, de joven y de adolescente, siendo los últimos dos una especie de explicación de por qué Zhang es tan violento y taciturno cuando lo conocemos. Entre el melodrama, el thriller y el noir distópico, cada segmento juega con los géneros con suma maestría siendo, sobre todo el primero, de una belleza y una melancolía abrumadora.
Pieles
Qué hace semejante barrabasada en el catálogo más bien moderado de Netflix es algo que nunca lo sabremos. En su opera prima, el actor español Eduardo Casanova quiso rendirle tributo a su adorado John Waters y tiró todas las provocaciones al asador, dejando al Rey del Mal Gusto como a un bebé de pecho. Con una estética muy trabajada -e hipnótica- entre el kitsch y el preciosismo de tonos rosados y violetas, Pieles sigue el derrotero de un puñado de freaks: una prostituta sin ojos, un chico que se quiere deshacer de sus piernas y una mujer que tiene el ano en el lugar de la boca (y viceversa) son los que más llaman la atención.
Girl
Girl es la historia de Lara (Victor Polster) y su lucha constante –y desesperante- con su cuerpo. No solo con el desarrollo de la pubertad masculina, que ella suprime con hormonas feminizantes en una primera etapa de transición de género, sino también practicando danza clásica con demasiada exigencia, hasta hacerse sangrar los pies. Esta película belga, opera prima del director Lukas Dhont, además de arrasar en festivales –Cannes incluido-, dividió las aguas en la comunidad trans por utilizar un varón cis en el papel de Lara. Pero, más allá del debate, el trabajo de Polster es deslumbrante y la película realmente funciona gracias a él.