El artista afroamericano, quien comenzó su carrera en el mundo del espectáculo cantando «Day O» en su éxito de los años 50 «Banana Boat» antes de dedicarse al activismo político, ha muerto a los 96 años, según informó este 25 de abril el diario ‘The New York Times’.
Al parecer, la causa de la muerte de Belafonte fue una insuficiencia cardíaca congestiva, según declaró su portavoz, Ken Sunshine, al diario ‘The New York Times’. Sunshine sólamente ha brindado declaraciones a este medio de comunicación estadounidense.
Como protagonista afroamericano que exploraba temas raciales en las películas de los años 50, Belafonte pasaría más tarde a trabajar con su amigo Martin Luther King Jr. durante el movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos a principios de los años sesenta. En la década de 1980, se convirtió en la fuerza motriz de la canción «We Are the World», un éxito lleno de celebridades que luchaba contra la hambruna.
Belafonte afirmó en una ocasión que se encontraba en un constante estado de rebelión impulsado por la ira.
Embajador de buena voluntad de Naciones Unidas e impulsor del ‘We are the World’
Belafonte viajó por el mundo como embajador de buena voluntad de UNICEF, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, en 1987 y más tarde creó una fundación contra el sida. En 2014 recibió un Oscar por su labor humanitaria.
Belafonte impulsó ‘We Are the World’, la colaboración musical de estrellas de 1985 que recaudó fondos para paliar la hambruna en Etiopía. Tras ver un sombrío reportaje sobre la hambruna, quiso hacer algo parecido a la canción ‘Do They Know It’s Christmas?’ del supergrupo británico Band Aid, que había recaudado fondos un año antes.
En ‘We Are the World’ participaron superestrellas como Michael Jackson, Stevie Wonder, Bruce Springsteen, Bob Dylan, Ray Charles y Diana Ross, y se recaudaron millones de dólares.
«Mucha gente me pregunta: ‘¿Cuándo decidiste, como artista, convertirte en activista?'», afirmó Belafonte en una entrevista en la National Public Radio en 2011. «Yo les respondo: ‘Fui activista durante mucho tiempo antes de convertirme en artista'», sentenció en ese mismo espacio.
Incluso después de haber cumplido 80 años, Belafonte seguía pronunciándose sobre la igualdad racial y de ingresos e instando al presidente Barack Obama a hacer más para ayudar a los pobres. Fue copresidente de la Marcha de las Mujeres en Washington celebrada el día después de la investidura de Donald Trump como presidente en enero de 2017.
La política de Belafonte saltó a los titulares en enero de 2006 durante un viaje a Venezuela cuando llamó al presidente George W. Bush «el mayor terrorista del mundo.» Ese mismo mes comparó el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos con la Gestapo de la Alemania nazi.
Con motivo del 90 cumpleaños de Belafonte, el 1 de marzo de 2017, se publicó una antología de su música. Unas semanas antes del lanzamiento, Belafonte declaró a la revista ‘Rolling Stone’ que cantar era para él una forma de expresar las injusticias del mundo.
«Me dio la oportunidad de hacer comentarios políticos, de hacer declaraciones sociales, de hablar de cosas que me parecían desagradables… y de cosas que me parecían inspiradoras», dijo.
Nacido como Harold George Bellanfanti en el barrio neoyorquino de Harlem, se trasladó a Jamaica antes de regresar a Nueva York para cursar estudios secundarios.
Describió a su padre como un borracho maltratador que les abandonó a él y a su madre, dejando a Belafonte con el anhelo de una familia estable. Sacó fuerzas de su madre, una empleada doméstica sin estudios, que le inculcó el espíritu activista.
«Nos enseñaron a no capitular nunca, a no ceder nunca, a resistir siempre a la opresión», declaró Belafonte a la revista ‘Yes!’ tiempo atrás.
Una vida de luchas
Durante la Segunda Guerra Mundial, esos principios le llevaron a alistarse en la Marina, que también le proporcionó estabilidad tras abandonar los estudios secundarios.
«¡La Marina fue un lugar de alivio para mí», declaró Belafonte a ‘Yes!’. «Pero también me impulsó la creencia de que había que derrotar a Hitler… Mi compromiso se mantuvo después de la guerra. Dondequiera que encontraba resistencia a la opresión, ya fuera en África, en América Latina, ciertamente aquí en Estados Unidos, en el Sur, me unía a esa resistencia».
Después de la Marina, Belafonte trabajó como conserje en un edificio de apartamentos y como tramoyista en el American Negro Theater antes de conseguir papeles y estudiar con Marlon Brando y Sidney Poitier, otro actor afroamericano pionero que se convertiría en amigo íntimo.
También actuó en Broadway en «Almanac», con la que ganó un premio Tony, y en la película «Carmen Jones» en 1954.
El tercer álbum de Belafonte, «Calypso», se convirtió en el primero de un solo intérprete en vender más de un millón de copias. «Banana Boat», una canción sobre los estibadores caribeños con su sonoro «Day O», le convirtió en una estrella. Sin embargo, en los años 60, una intervención quirúrgica para extirparle un nódulo en las cuerdas vocales redujo su voz a un susurro áspero.
En 1959 empezó a producir películas y se asoció con Poitier para producir «Buck and the Preacher» y «Uptown Saturday Night». En 1984, produjo «Beat Street», una de las primeras películas sobre break-dance y la cultura hip-hop.
Belafonte fue el primer intérprete afro en ganar un Emmy en 1960 con su aparición en un especial de variedades de televisión. También ganó premios Grammy en 1960 y 1965 y recibió un Grammy a toda una carrera en 2000, pero expresó su frustración por los límites impuestos a los artistas afros en el mundo del espectáculo. En 1994, Belafonte recibió la Medalla Nacional de las Artes.
Belafonte se casó tres veces. Con su primera esposa, Marguerite Byrd, tuvo dos hijos, entre ellos la actriz y modelo Shari Belafonte. También tuvo dos hijos con su segunda esposa, Julia Robinson, exbailarina. Reuters