La que fuera amiga del actual rey emerito Juan Carlos I, Corinna Larsen, declaró ante un fiscal suizo que los 65 millones de euros que el anterior jefe del Estado español le transfirió a una cuenta, según ella, como «regalo» y «gratitud», procedían a su vez de una donación al monarca del ya fallecido rey Abdalá de Arabia Saudí
Así lo dijo en su declaración, que publica este domingo el diario El País, ante el fiscal Yves Bertossa, que la investiga junto a los gestores de cuentas en Suiza Arturo Fasana y el abogado Dante Canónica por un delito agravado de blanqueo de capitales.
En España, la Fiscalía del Tribunal Supremo asumió la investigación que dirigía la Fiscalía Anticorrupción sobre el presunto cobro de comisiones para la adjudicación en 2011 del AVE a La Meca (Arabia Saudí), al comprobar que podría estar involucrado el rey Juan Carlos, padre del actual monarca Felipe VI.
Juan Carlos de Borbón disfruta de un fuero especial, por el que solo puede ser investigado y juzgado por el Tribunal Supremo y además, cuenta con inviolabilidad hasta que dejó de ser jefe del Estado en 2014, lo que impide que se le pueda investigar por hechos ocurridos durante su mandato, aunque sí posteriores.
En su declaración al fiscal suizo, Larsen afirmó que la donación se debía a la «gratitud» y «amor» del monarca y a que él «se sentía un poco culpable» por lo que le había pasado en Mónaco.
Corinna afirma que en 2012 fue secuestrada por los servicios secretos españoles en su apartamento monegasco, incidente que fue negado en su día por el ex director del Centro Nacional de Inteligencia español, Félix Sanz Roldán.
Y también a que «tenía todavía la esperanza de poder recuperarme», según expuso por último Larsen para justificar la millonaria donación.
Los 65 millones habrían sido transferidos a Larsen a través de la fundación panameña Lucum, vinculada al rey Juan Carlos, con Dante Canónica como intermediario, al que, según ella misma afirmó, no preguntó sobre el origen del dinero, aunque después «en las conversaciones con el banco (suizo) Gonet o con Canónica se me explicó que venía de una donación del rey Abdalá en favor de Juan Carlos I».
«No me explicaron la razón de esa donación, pero se trata de una práctica corriente entre reyes, concretamente en Oriente Medio. Juan Carlos I no me había hablado de esto previamente. Era muy discreto con respecto al estado de sus finanzas», manifestó.
Según publicó hace unos meses el diario Tribune de Genève, la fiscalía helvética halló supuestas evidencias del movimiento de 100 millones de dólares por parte de varios gestores de cuentas en Suiza y sospecha que dicho dinero, que llegó a una cuenta en Panamá de la fundación Lucum, procedería del rey saudí Abdul Aziz Al Saud, y que el beneficiario único de dicha fundación sería Juan Carlos I.