Comenzó a los 16 años con la intención de sustituir a un galán muy cotizado; pero Wilmer Ramírez no lo consiguió
por Carmela Longo/Impacto Venezuela
Desde pequeño, Wilmer Ramírez quería ser galán de televisión. No importaba cuál era la trama de la telenovela, cómo sería la historia. Lo que quería era ser el relevo de Jean Carlo Simancas. Que cuando el sempiterno galán venezolano decidiera no hacer más dramones, él lo pudiera sustituir.
Pero no se le dio. Aun cuando desde los 15 años participó en agrupaciones teatrales tan establecidas como Rajatabla o el Grupo Theja; el drama no fue, precisamente lo que lo catapultó.
Junto a Guillermo González recibió su primera oportunidad en la pantalla chica. Fue en la comedia infantil Crecer con papá, la cual se transmitió a mediados de los 80 en Venezolana de Televisión. Ahí, Ramírez puso en acción los conocimientos que las tablas le habían dado.
Pasó a Venevisión y probó en el departamento de dramáticos. Así, luego de participar en producciones como Pasionaria, Adorable Mónica y Mujer Prohibida, entre otras; le dio un cambio de timón a su vida profesional.
Del drama a la risa
Como era nómina fija de Venevisión, Wilmer Ramírez, al ver que su sueño de ser el galán protagonista no se daba, aceptó sugerencias. Comenzó en Cheverísimo, El Show de la Comedia, ¡Qué locura! Y otro tanto que ofrecía el mencionado canal.
Papeles en sketchs que se hicieron populares como El bachiller amor, Tío Willy o su propia versión de Walter Mercado lo fueron, poco a poco, consolidando dentro de la lista de humoristas venezolanos.
Por muchos años, Wilmer estuvo en los programas humorísticos más importantes del canal. ¡A que te ríes! Fue el último. Un terrible accidente que cobró la vida de uno de los actores, en ese momento, más populares del mismo, Juan Karlos Adrianza hizo que el espacio se reformulara.
Así, Ramírez recibió la oportunidad de animar, junto a Luis “Moncho” Martínez el nocturno El show del vacilón. Espacio que, pese a los buenos resultados que tuvo, no se renovó para una segunda temporada.
No era la primera vez que el también locutor animaba. Ya en los 90 había tenido la oportunidad de conducir, en VTV, Aquí todo vale. Se trató de un programa de concursos que quedó en la historia de la V República.
Los nuevos retos
La oportunidad que le dieron en Venevisión luego de la cancelación de su nueva aventura fue la de seguir en programas de humor. Pero Ramírez no lo aceptó. Mientras trataba de consolidar su monólogo, decidió emigrar.
Padre de ocho hijos, el menor de 10 años, Wilmer Ramírez vive actualmente en Miami donde además de actor es animador y conferencista. Esta última faceta la incorporó a su carrera con lo que mejor sabe hacer: humor.