El gobierno de Estados Unidos, liderado por el demócrata Joe Biden, aprobó la semana pasada que Chevron reanudara sus actividades en Venezuela.
La decisión de las autoridades estadounidenses fueron las primeras en tres años de prohibiciones y sanciones a Venezuela.
Washington señaló que pueden haber más relajaciones si el gobierno de Nicolás Maduro y los líderes de la oposición llegan a un acuerdo para unas elecciones presidenciales.
En este sentido, la agencia de noticias Reuters ha tenido acceso a algunas fuentes que afirman que las refinerías estadounidenses muestran nuevamente interés por el petróleo venezolano.
Las compañías Valero Energy Corp, PBF Energy y Citgo Petroleum, quieran obtener el crudo venezolano a través de Chevron.
Las refinerías estadounidenses, por mucho tiempo, fueron compradoras regulares de petróleo venezolano. Sin embargo, después de las sanciones a Venezuela, estas compañías obtenían el crudo por suministros rusos.
De acuerdo a Reuters, estas refinerías estarían esperando obtener acceso al crudo en los próximos cargamentos fletados por Chevron bajo la licencia estadounidense.
Las refinerías se entusiasman con Chevron
Los datos de Refinitiv señalan que los contratos de transporte más recientes para llevar petróleo venezolano a Estados Unidos son de 2018.
Esto significa que las refinerías independientes estadounidenses no necesitan una nueva autorización para comprar crudo venezolano a Chevron.
Sin embargo, en el caso de Citgo, es diferente. La compañía propiedad de Pdvsa si podría requerir una nueva autorización por el Departamento del Tesoro de EE UU.
Chevron le podría dar prioridad a sus propias refinerías para llevar petróleo de Venezuela a Estados Unidos, especialmente Pascagoula, Mississippi y California, que fueron receptores de crudo venezolano por muchos años.
Ante todas las regulaciones, el presidente ejecutivo de Chevron, Michael Wirth, señaló que es probable que la compañía “no agregue inversiones” con el objetivo de impulsar la producción de petróleo en Venezuela en los últimos seis meses.
Para Wirth, el objetivo principal será que parte del petróleo que produce Venezuela regrese a Estados Unidos.