La progresiva reactivación de las operaciones en la refinería de Curazao (RdK), también llamada Isla, atraerá a mano de obra especializada de Venezuela y otros países suramericanos y del Caribe.
Según cálculos del presidente de la unión SGTK, Alcides Cova, para poner a esta instalación en pleno funcionamiento serán necesarios hasta 2 mil trabajadores especializados en las distintas áreas del quehacer de una refinería. Esto abarca tanto las refacciones como la operación del terminal marítimo de Bullenbaai, e igualmente todo el proceso de puesta a punto de la planta refinadora de combustibles.
“No habrá suficientes trabajadores locales, y por lo tanto será necesario traerlos de otros países, como puede ser Venezuela”, dijo.
Cova es el representante de una de las tres uniones laborales que convergen en la refinería. Indicó que el comité de licitaciones designado para escoger al nuevo operador de la instalación ya llegó a una decisión.
Este grupo está presidido por Herbert Mensche, quien junto a Ludwin Miguel forma parte de la representación gubernamental designada por el primer ministro Gilmar Pisas. Por RdK están Arthur Gevers y Lindomar Scoop.
“El gobierno debe aceptar a ese operador y firmar el contrato definitivo”, explicó. La decisión del primer ministro Pisas sería dada a conocer en los próximos días.
La refinería de Curazao tiene una capacidad de procesamiento de 335.000 barriles diarios de crudo. En 2018 fueron paralizadas las operaciones que hasta ese momento eran ejecutadas por Petróleos de Venezuela.
En 2019, el gobierno curazoleño dio por terminado el contrato correspondiente. A partir de entonces, se han planteado numerosos litigios contra la estatal venezolana por incumplimiento de sus obligaciones, indica el portal Crónicas del Caribe.
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