Política cambiaria del BCV a expensas de las reservas internacionales luce insostenible, según Torino Capital

BCV

Los signos de recuperación de la actividad económica en Venezuela, enfrentan desafíos significativos. En esta ocasión, el tipo de cambio bolívar/dólar ha registrado una depreciación sustancial, luego de transitar un período de estabilidad que contribuyó a la reducción de los precios en el país, pero a un costo de USD 3.000 millones ofertados por parte del Banco Central de Venezuela (BCV) al mercado cambiario en lo que va de 2022, así lo señala Torino Economics, unidad de investigación de la consultora financiera Torino Capital, en su más reciente informe sobre Venezuela.

Sin embargo, la autoridad monetaria decidió dar un giro a sus intervenciones semanales en el mercado cambiario local, disminuyendo la oferta de divisas.

Este giro en la estrategia desde la autoridad monetaria, junto al incremento de la liquidez monetaria en moneda local, dio lugar a una “tormenta perfecta” que desencadenó una agresiva depreciación del tipo de cambio, añade Torino Economics.

La política de intervención en el mercado cambiario

Como parte de su estrategia anti-inflacionaria, el Banco Central implementó una estrategia de “anclaje cambiario” a través de la cual la autoridad monetaria sostuvo la paridad del tipo de cambio a partir de una agresiva disminución del gasto real en moneda local, la restricción del crédito en moneda local y una oferta sostenida de divisas en el mercado cambiario, que osciló entre USD 100 y 200 millones cada semana.

Asimismo, el Gobierno dejó de penalizar el uso del dólar en las transacciones económicas, por lo que ha tenido lugar una dolarización de facto.

Durante el mes de agosto, la volatilidad del tipo de cambio en Venezuela se ha incrementado a niveles no vistos desde enero de 2021, debido a diversos pagos estacionales en moneda local por parte del Gobierno, y la aceleración de la inflación desde el mes de junio de 2022, lo que ha ejercido presión sobre el tipo de cambio. Así, el bolívar ha acumulado una apreciación significativa, sostiene Torino Economics.

Añade la consultora internacional que el Banco Central había intervenido con regularidad en el mercado cambiario, contribuyendo a la estabilidad del tipo de cambio en torno a los USD/VES 4,3.

Las intervenciones solían alcanzar en promedio USD 86,97 millones semanales; no obstante, en las últimas semanas, dichas intervenciones se habían reducido considerablemente.

Así, el 1 de agosto el Banco Central asignó alrededor de USD 45 millones y complementó la oferta el día 3 de agosto con USD 15 millones adicionales, propiciando así los primeros deslizamientos al alza del tipo de cambio oficial.

Tanto el 8 como el 16 de agosto tuvieron lugar otras intervenciones de USD 90 millones, también fraccionadas.

El 16 de agosto se realizó el pago del bono vacacional al sector educativo en moneda local, contribuyendo a un incremento de la liquidez en bolívares que se tradujo en mayores presiones sobre la compra de dólares en el mercado cambiario. Para proceder con dichos pagos en moneda local, el Tesoro tuvo que apelar a la emisión de dinero por parte del Banco Central.

Durante la semana del 16 de agosto, la liquidez monetaria en bolívares aumentó 22,54% semanal y 163,7% en lo que va de 2022. Esto sin duda ocasionará un fuerte impacto en la inflación y se verá reflejado a finales de Agosto.

Seguidamente, el Banco Central decidió emitir títulos de cobertura como un instrumento de absorción clave para retirar bolívares de circulación. Sin embargo, esta medida no habría tenido la receptividad prevista, por lo que la brecha cambiaria entre el dólar oficial y el paralelo comenzó a incrementarse, en medio de lo que ya parecía el agotamiento de la política de anclaje cambiario del Banco Central.

Las expectativas también juegan un rol importante en este contexto: existe una creencia popular en la nación, que puede explicarse desde la teoría económica a través de la folk economics, que implica que la devaluación o depreciación de la moneda causará males económicos irreversibles y que se repetirá inmediatamente la situación suscitada entre los años 2016 y 2018, cuando la inflación y la escasez de productos básicos alcanzaron niveles inéditos en el país.

Indica Torino Economics que, dichas expectativas no han podido ser revertidas efectivamente por el Banco Central, en gran parte por su política de opacidad en cuanto a la información suministrada sobre los indicadores macroeconómicos desde el 2019. Esto, sin contar las condiciones adversas en el contexto global, en el preámbulo de una recesión, lo que puede impactar en el precio de materias primas tales como el petróleo, fuente clave de ingresos en divisas para la economía venezolana.

Mirando hacia la bolsa de valores

Ante la escasez de dólares, la unidad de investigación de Torino Capital, considera que empresarios y particulares han buscado maneras de protegerse. Desde no abrir los comercios a la espera del retorno a la estabilidad del tipo de cambio, hasta decidir realizar operaciones de cobertura en la bolsa de valores local.

Así, el Índice Bursátil de la Bolsa de Valores de Caracas se incrementó 12,54% durante la semana del 22 al 26 de agosto, para alcanzar un máximo anual de 9.555,20 puntos, ya que tenedores de bolívares que se devalúan aceleradamente buscan cobertura en el mercado de valores, generando un efecto especulativo en la bolsa local.

El tipo de cambio registró durante dicho período una depreciación en torno al 30%, por lo que el mercado de valores representa una cobertura parcial frente a la agresiva depreciación del bolívar.

Enfoque de Torino Economics

Torino Economics concluye en su informe que la política de anclaje cambiario implementada por el Banco Central luce insostenible si no tiene lugar la implementación de una política macroeconómica integral que procure los equilibrios clave de la economía, incentivando el crecimiento en base a la productividad a través del estímulo a sectores clave como el exportador.

Asimismo, Venezuela necesita recuperar los canales formales de crédito internacional multilateral y privado, que permitan apalancar la capacidad exportadora petrolera y no petrolera, además de fomentar las condiciones para que la economía recupere su infraestructura productiva, particularmente del sector petrolero.

En este sentido, la consultora internacional considera inviable una política de estabilidad cambiaria que se agote únicamente en la oferta de divisas a expensas de las reservas internacionales, poniendo en riesgo la capacidad de pagos externa.

Asimismo, Torino Economics estima que el tipo de cambio de equilibrio de la economía venezolana podría ubicarse entre los USD/VES 18 y 22, por lo que aún con la depreciación cambiaria que ha tenido lugar, la moneda local continúa registrando una apreciación significativa respecto al dólar estadounidense.