Con el fin de darle un vuelco a la producción de carne y leche, los ganaderos venezolanos emprenderán un plan nacional de inseminación artificial en bovinos, que iniciarán con 20.000 vacas durante un plazo corto de seis meses.
Dick Torres/Especial
El proyecto se inició este primero de marzo en alianza con el Centro de Divulgación Ganadera y varias empresas especializadas en diferentes rubros, anunció el presidente de la Unión Agrícola y Ganadera de Los Andes (Unagandes), Antonio Escalona Araujo.
«300 zootecnistas y veterinarios trabajarán en el plan, el cual permitirá a micro, pequeños y medianos productores acceder a este servicio para desarrollar en el país una empresa ganadera exitosa», dijo Escalona, también zootecnista.
La inseminación artificial bovina consiste en depositar semen de toros mejoradores en el útero de la vaca, con la utilización de un equipo especializado, a fin de realizar la fecundación y enriquecer la genética del rebaño nacional.
Unagandes es el principal bloque agropecuario e industrial que agrupa a 236 productores de Táchira, Mérida, Trujillo, sur del Lago de Maracaibo, Lara y Barinas.
Tres razas a inseminar
Con el ganado lechero, trabajarán con la raza Carora, considerada como estandarte lácteo autóctono de Venezuela. Bovino Senepol, de altísima fertilidad y con el animal Guzerá o Cebú, idóneo para producir carne y leche.
«El reto es la transformación del esquema productivo de la ganadería en Venezuela», agregó el presidente de Unagandes.
Indicó que la iniciativa de crear un centro de inseminación artificial en bovinos surgió en noviembre pasado entre los ganaderos para enfrentar la pandemia y la situación económica del país.
«Los productores a diario tienen que soportar penurias que van desde expropiaciones, robos, secuestros, extorsiones y asesinatos, hasta lidiar con la escasez de insumos para la siembra, falta de combustible para sus maquinarias y muchas situaciones más», denunció Escalona.