La entrada de los productos importados es una balanza y desespero para el productor nacional, mientras un kilo de arroz blanco “regulado” en Venezuela está en “120 bolívares”, desde el extranjero aterriza en el estado Zulia a 1580 bolívares. En el caso de la harina de maíz, los venezolanos pagan hasta 800 bolívares por un kilo hecha aquí en el país.
William Araujo, quien es comprador de los productos anteriormente nombrados, aseguró que la harina que se hace aquí en Venezuela “es mejor y rinde más”, por lo que recomendó a incentivar la producción nacional, darle margen de ganancia a las empresas y que el Gobierno negocie dentro del control estatal.
En la última providencia publicada por la Superintendencia Nacional de Precios Justos (Sundde), se decretó el empaque del kilo de harina de maíz en 190 bolívares y para la fórmula con mezclas a 295 bolívares.
Cabe señalar, que la harina que es importada desde Colombia, se exhibe en los anaqueles de los supermercados del estado Zulia, sobre los 1660 bolívares, 400 bolívares menos que los desatados en el comercio informal, reseñó La Verdad
Por otra parte, el director de Econométrica, Henkel García, explicó que uno de los problemas de los productores está en el dominio de los precios, una situación nada saludable para la economía.
García indicó que “si bien la importación auxilia el abastecimiento con productos terminados, es el consumidor, al momento de comprar, quien paga el precio del ingreso de un bien a tasa de paralelo, termina pagando más”.
Asimismo, comentó que el desmontaje de control de precio, de tipo de cambio y el acceso a las divisas es la solución para poder recuperar los indicadores de producción nacional. “importar a precio del paralelo no es sencillo, es penado e ilegal”.
Por noticiasaldiayalahora.co/LV