El expresidente de Fedecámaras, Jorge Roig, sostuvo este martes que en esta oportunidad las negociaciones tienen un ambiente “relativamente cordial” en el que sí se están llegando a acuerdos, según reseñó Contrapunto.
“El Estado, que ha condenado el dólar durante años, aceptó emplear la divisa para fijar los precios. Sí se llamó a la empresa. Tengo que reconocerlo, ha sido un ambiente relativamente cordial donde se han discutido los precios, se fijaron en dólares a la tasa referencial del BCV”, reveló Roig en una entrevista a Unión Radio.
Además advirtió que “los acuerdos permitirán sobrevivir solo a algunos productores, pero afectarán a otros que no podrán sostener sus estructuras de costos, sin embargo, esperamos que se mantengan las negociaciones para corregir este aspecto”.
“Algunos precios fueron discutidos y se hicieron acuerdos con los que algunos productores podrán vivir y otros no, espero que sean parte de la negociación”, acotó.
Así mismo, explicó que “esto se debe a que es imposible determinar una estructura de costos en Venezuela bajo las condiciones actuales, ya que, existe una gran cantidad de ‘costos ocultos’ que debe considerar el empresario que en las fórmulas tradicionales no figuran”.
“La estructura de precios en Venezuela se perdió. Para la gasolina tiene que pagar $2 el litro, dónde entra eso en la ecuación, la inseguridad de que te roben o matraqueen en el camino. Hay una cantidad de costos ocultos que no permiten que el empresario tenga claridad al definir una estructura de costos”, aseguró.
Por otra parte, reconoció que “sí existen abusos dado el contexto actual, y que muchos comerciantes podrían intentar sacar provecho de la pandemia y las necesidades de la población para inflar sus precios”.
Roig criticó las intervenciones estatales sobre determinadas empresas. “Los papeles han cambiado, ya que antes el sector privado dependía del Estado, pero ahora es este último que depende de la producción privada, pues perdió la capacidad para generar bienes y servicios, además de ingresos, por cuenta propia. El Estado depende del sector privado porque lo produce todo, llámese renta, impuesto o remesas”.
“En Venezuela no existe una política fiscal fiable, además no tiene ingresos para apoyar a la empresa privada. Además la dificultad de no poder acceder a fondos internacionales, debido a la disputa política que afecta al país ante la comunidad internacional”, finalizó.