Dirigentes sindicales y gremiales aseguraron que los aumentos y ajustes de las escalas deben darse dentro de la contratación colectiva, no vía decreto del gobierno
El Ejecutivo anunció el lunes y el martes el incremento y ajustes de salarios para médicos, empleados públicos y militares. Sin embargo, representantes de los gremios y los sindicatos consideran la medida insincera porque no toma en cuenta otros elementos como los aguinaldos.
Serbando Carbone, coordinador de la Unión Nacional de Trabajadores, denunció que el gobierno “le hace trampa” a los trabajadores de la administración pública al fijar el aumento salarial de 30% a partir del primero de noviembre, lo que significa rebajar el monto de los tres meses del pago de aguinaldo correspondiente a 2015.
Explicó que el Ejecutivo calcula el pago de fin de año con base en el sueldo de octubre y decretó un ajuste a la escala de sueldos del sector público, por lo que no se debe hablar de un aumento salarial como tal. “De todas maneras el ajuste de 71,6% dado durante 2015 a los empleados públicos es insuficiente porque está por debajo de la inflación de 200%”, dijo.
Precisó que 95% de 2 millones de funcionarios de la administración pública centralizada y descentralizada están en el paso I, nivel I, pues los organismos prefieren dar primas y otras compensaciones antes que ascender al trabajador dentro de la tabla.
A su juicio, la medida de modificar el tabulador de los empleados públicos es electoral ya que busca captar entre los trabajadores el voto a favor de los candidatos a diputados del oficialismo para las elecciones legislativas del 6 de diciembre.
Carbone rechazó que los ajustes de sueldo se den exclusivamente por la vía del decreto en lugar de la contratación colectiva, y recordó que el contrato colectivo marco vigente del sector público tiene once años vencido. Agregó que las negociaciones de la nueva convención están congeladas aunque, también con fines electorales, hay rumores de reanudar la discusión en los próximos días.
Aumento devaluado. El presidente de la Federación Médica Venezolana, Douglas León Natera, cuestionó el cambio de fecha para el pago de los aumentos salariales de 50% y 25%, correspondientes a mayo y septiembre de 2015, dados por el Ejecutivo a esos profesionales.
Refirió que la vicepresidente de Desarrollo Social, Graciela Requena, anunció que se cancelaría el retroactivo de las alzas salariales a partir de noviembre del presente año. “No obstante, un periódico pro gubernamental publicó que, según dijo el presidente Nicolás Maduro, la fecha será diciembre y enero próximos”.
Recordó que desde hace dos años los médicos no cobran aumentos de sueldo alguno, lo cual hace que ya estén devaluados los incrementos de 2015 del Ejecutivo y más depreciados aún porque se los pagarán con atraso.
León Natera consideró inconveniente que el incremento del Ejecutivo, el cual ampara a 64.000 profesionales a nivel nacional, se haya dado por decreto pues lo correcto es haberlo acordado dentro de la discusión del contrato colectivo del gremio, vencido desde 2003 y que el gobierno se ha negado a sentarse a negociar.
“El gobierno quiere acostumbrar a los trabajadores a que los aumentos se hagan vía decreto y no por la contratación colectiva como lo dispone la Constitución, la Ley Orgánica del Trabajo y los convenios con la Organización Internacional del Trabajo”, sostuvo.
No satisface las necesidades. El aumento de 30% que anunció el presidente Nicolás Maduro a la Fuerza Armada Nacional el martes pasado es el segundo que decreta el Ejecutivo para el sector castrense en lo que va de 2015. El primero fue de 45% y lo estableció el 1º de mayo pasado.
Pese a que estos incrementos se realizaron con solo cinco meses de diferencia, el general retirado Miguel Aparicio afirmó que los salarios que devengan los militares no satisfacen sus necesidades ni de ninguno de los trabajadores del país.
Agregó que lo que tiene que hacer el gobierno es recuperar el poder adquisitivo del ingreso del venezolano porque por más incrementos que se sumen al salario, este nunca se equiparará con la elevada inflación que exhibe el país.
“Si trasladamos a dólares lo que gano hoy y lo que ganaba hace 17 años, cuando estaba recién graduado, resulta que con el salario de antes yo tenía más capacidad de compra. El actual no se equipara ni con lo que gana un trabajador más raso de Bolivia”, aseguró.
A su juicio, el aumento tiene intenciones políticas frente a las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre. Sin embargo, debido a la grave situación económica y social que vive el país no cree que el alza logre el objetivo político.
Rechazo al contrato. La Federación de Asociaciones de Profesores Universitarios de Venezuela no firmó la última propuesta de contratación colectiva que presentó el gobierno al gremio. Entre las razones por las cuales no la aprobaron, dijo Keta Stephany, secretaria de Actas, Memoria e Información de la Fapuv, está que el salario más elevado que devengaría un profesor (36.812 bolívares) “no representa ni la mitad de la canasta básica”. En agosto pasado, última medición disponible, la canasta básica familiar se ubicó en 78.611,65 bolívares.
“Y para llegar a ganar este salario el profesor debe sumar 15 años de servicio y contar con títulos de doctorado o maestría. No podemos aceptar eso”, señaló Stephany.
Añadió que los bajos salarios es uno de los motivos por los cuales las universidades aún no han iniciado las actividades académicas este año. “No lo hacemos porque no están dadas las condiciones, ni de salarios, no contamos con recursos ni con la infraestructura para soportar el incremento de la matrícula”, afirmó.
Carmen Sofía Alfonzo/Ana Díaz/El Nacional