Han instalado un sistema de ventas por números de cédula, han prohibido que las personas pernocten a las afuera de los supermercados, han limitado la cantidad de productos que se pueda comprar, a pesar de ello las colas se siguen incrementando y los ciudadanos perciben que la escasez y desabastecimiento también es cada vez mayor, reseñó El Impulso.
Las personas que compran los productos para el consumo familiar y no para revenderlo expresan que cada vez es más agobiante durar horas en colas para comprar 3 a 5 artículos, pero aclaran que es la única manera que les alcance el dinero para el mercado completo.
Este martes los principales supermercados de la ciudad de Barquisimeto se mostraron abarrotados de personas a la espera para comprar desde las 5:00 y 6:00 de la mañana, sin saber cuál sería el artículo a adquirir.
Jabón, harina, toallas sanitarias y arroz fueron los productos por los que hicieron colas en el Central Madeirense del centro comercial las Trinitarias. Magaly Rodríguez, quien se encontraba en la parte de la tercera edad manifestó que no le gustaba estar allí aguantando sol, pero era más barato.
Mientras que José Urquiola, hace las colas por la compra de papel higiénico, ya que es el único producto que no se puede sustituir. Debe llegar temprano para estar entre los primeros que pasen, por lo general espera desde las 6:00 de la mañana sin saber que comprará.
En el supermercado Garzón, donde diariamente se observa a cientos de ciudadanos por entrar, allí este martes vendieron pañales, harina, y jabón de tocador. El sistema de compra por número de cédula, según lo informaron las personas en las colas se realiza al inversa; comenzando los lunes por los terminales 8 y 9, los martes 7y 6, los miércoles 4 y 5, los jueves 2 y 3 y los viernes 0 y 1. También se forma una cola aparte para las personas de la tercera edad, pero Rosalba Aldana afirmó que no se respetaba y duraban el mismo tiempo que las otras, hasta 3 y 4 horas. “Es un sacrificio que hacemos, pero con 500 bolívares sé que puedo comprar varios productos”.
En el caso de los establecimientos que dependen del Gobierno Nacional, especialmente en los Pdval también la gente se concentra por varias horas en busca de los artículos con precios justos, especialmente los que produce la empresa nacionalizada Lácteos Los Andes.
Ronald Villanueva al consultarle que podía comprar con 500 bolívares respondió que salía “con una bolsa full de comida”, pero el precio que realmente le pesaba pagar eran las horas que dura en la cola, aunque con los funcionarios militares existe más orden y en ocasiones sólo esperan dos horas.
Ayer en el que está ubicado en la 14 Brigada estaban vendiendo leche líquida en la presentación de un litro por un precio de 18 bolívares, mientras que en otros establecimientos está en Bs 200, el café de medio kilo a Bs 23, dos paquetes de harina en Bs 19 cada una, la leche condensada en Bs 75, mientras que otras marcas son ofrecidas desde 500 bolívares.