El fenómeno de la “dolarización informal” y su golpe a la economía venezolana

Como todas las tardes, Martha López camina hasta la panadería más cercana a su casa para comprar 20 panes, 500 bolívares de queso y la misma cantidad de jamón. Con Bs. 2.200, ella resolvía la cena para sus dos hijos y esposo, pero ayer no le alcanzó. La cantidad de jamón y queso se redujo, y los 20 panes ya no cuestan los mismos 1.200 bolívares de hace pocos días.

Por: Versión Final

“Aumentó de nuevo”, se dijo resignada. La historia se repite en todos los hogares venezolanos y no sólo en la panadería, sino en todos los sectores de la economía que a diario padecen por un remarcaje de precios, incluso existiendo en teoría, un control de cambio y un control de precios.

Martha se preocupa por sus nanzas. Cada vez que DolarToday sube, sabe que el efecto lo vivirá al día siguiente cuando salga a comprar.

La Constitución indica que la moneda oficial del país es el bolívar, aunque la calculadora se preste para multiplicar los bolívares a lo que representa el dólar paralelo. Esa es la realidad que los economistas llaman “dolarización informal” y es lo que reprime el salario de Martha, quien termina estirando los alimentos para cubrir también pasajes, fracasando a media quincena cuando ya no tiene más dinero para ir al menos por el pan.

El economista y experto en macroeconomía, Alberto Castellano explica que el dinero tiene tres funciones principales. La primera como unidad de cuenta: para identificar precios. En segundo lugar; medio de pagos, para transar. Y por último: reserva de valor para resguardar las riquezas.

De estas funciones únicamente cumple como medio de pago, aunque la cara de Simón Bolívar en el billete de Bs. 100 se tenga que repetir más de cien veces para representar un dólar. La Unidad de cuenta depende del billete verde y como Reserva de valor, nadie se atrevería a ahorrar dinero en la moneda nacional.

Siga leyendo en Versión Final