El dólar marcó el miércoles un nuevo máximo histórico en Chile al rozar los 1.000 pesos mientras el gobierno dijo estar buscando estrategias para enfrentar la situación.
El alza de la moneda estadounidense ocurre en el marco de un nuevo retroceso en el precio del cobre, la principal exportación chilena, y de la preocupación del gobierno por los efectos que una mayor inflación en los sectores más desposeídos.
El ministro de Hacienda, Mario Marcel, declaró que “al gobierno lo que le toca es preocuparse de amortiguar o compensar los efectos que esto puede tener especialmente en los sectores de menores recursos”, a través del impacto en algunos precios en particular y de la inflación en general.
“Estamos trabajando en eso y la próxima semana probablemente vamos a tener algunas novedades adicionales en ese sentido”, añadió.
La moneda estadounidense abrió en 959 pesos para luego elevarse hasta 993,9 pesos y rozar la barrera psicológica de los 1.000 pesos, para descender a 965 pesos.
Expertos locales señalan que el incremento responde principalmente a los temores de una recesión mundial, a una eventual nueva alza de tasas por la Reserva Federal de Estados Unidos y a una nueva caída en el precio del cobre, la principal exportación chilena, que se transó en 3,41 dólares la libra, el menor valor desde noviembre de 2020.
Analistas coinciden en señalar que un factor local que influye en el incremento del valor del dólar es el plebiscito que Chile vivirá el 4 de septiembre próximo, cuando los chilenos decidirán si siguen con la Constitución vigente o eligen una nueva que fue recientemente redactada por una Convención Constitucional que llevaría a grandes cambios, lo que genera incertidumbre, especialmente en los inversionistas.
El mayor precio de la moneda estadounidense impacta en la inflación local, que en doce meses acumula un incremento de 11,5%, en un país que calcula parte de su inflación en una canasta en que 2/3 de sus artículos son importados. Además, Chile importa todo prácticamente todo el petróleo que consume.
Chile vivió por décadas con una inflación anual que bordeaba el 3%, hasta 2021, cuando cerró con un alza del costo de la vida de 7,2%, causada por factores externos y una oleada consumista interna luego que los chilenos retiraron más de 51.000 millones de dólares desde sus fondos de pensiones y porque la mayoría recibió ayudas estatales por unos 35.000 millones de dólares para mitigar los efectos de la pandemia. AP