La producción de los proyectos que Chevron tenía en conjunto con PDVSA ya se había reducido bastante debido, en parte, a la caída de los precios del petróleo, dijo una fuente a la Voz de América.
Después que el gobierno de Estados Unidos prohibiera a Chevron esta semana perforar, procesar, vender o transportar petróleo de Venezuela, la compañía estadounidense anunció que va a seguir “cumpliendo con las leyes y regulaciones” respecto a su actividad en el país suramericano.
El Departamento del Tesoro de EE.UU. emitió el lunes una licencia que permite a Chevron participar en transacciones con la estatal petrolera PDVSA durante otros tres meses, pero prohibiéndole comerciar o extraer crudo venezolano, dando marcha atrás al permiso que tenía la empresa para operar en el país.
Con esta medida, el gobierno del presidente Donald Trump espera reducir aún más la producción de petróleo en Venezuela y ahogar económicamente al gobierno del presidente, Nicolás Maduro, dijo el miércoles un funcionario estadounidense de alto rango.
Los activos de Chevron, aseguró el oficial, quedaron “paralizados [la licencia] es esencialmente una liquidación de facto, que les permite asegurarse que sus activos sigan siendo viables”.
La licencia general número 8F de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento (OFAC) permite a Chevron, llevar a cabo «mantenimiento esencial o reducción de operaciones» hasta el primero de diciembre del 2020; la compañía puede pedir una extensión del permiso entonces.
Sin embargo, según aseguró a la Voz de América una fuente con conocimiento del asunto, la producción de los proyectos que Chevron tenía en conjunto con PDVSA ya se había reducido bastante debido, en parte, a la caída de los precios del petróleo.
“Con o sin nosotros, no hace mucha diferencia a PDVSA”, acotó la fuente.
Las empresas conjuntas de Chevron con PDVSA representaron el 23% de la producción total de Venezuela de poco más de 700,000 barriles por día a fines de marzo, según la agencia Reuters.
No obstante, en el 2019, el porcentaje de Chevron en esos proyectos llegaba a un promedio de 35,300 barriles de petróleo por día, “representando aproximadamente un 6% de la producción total de Venezuela”, de acuerdo con datos de la compañía estadounidense.
Chevron
Chevron es la petrolera estadounidense más grande que permanece en Venezuela, después de la salida de empresas como ConocoPhillips o Exxon Mobile, durante el gobierno del expresidente Hugo Chávez.
En medio de la caída de los precios del petróleo, que el lunes alcanzaron mínimos históricos, medios reportaron que Chevron decidió a finales de marzo cancelar los contratos de servicios y los procesos de adquisición que tenía en conjunto con PDVSA en Petropiar y Petroboscan.
Sin embargo, fuentes con conocimiento de la compañía aseguraron a la VOA ambos proyectos siguen funcionando, a pesar de que la producción se vio reducida.
Chevron trabaja en Venezuela desde hace más de 90 años y además de Petropiar, del que tiene un 30% de interés y Petroboscan (39.2%), tiene otros dos proyectos más en conjunto con PDVSA: Petroindependiente, en el lago Maracaibo, del que tienen un 25.2% y Petroindependencia, en la faja del Orinoco, del que tienen un 34%. VOA