Los padres adelantaron la compra de los útiles escolares por temor al incremento acelerado de los precios. A pesar de que no ha llegado la temporada escolar, los representantes están recorriendo las librerías y papelerías sin la lista, en un intento por protegerse de la hiperinflación.
La semana pasada tenían que pagar 25 millones de bolívares para adquirir solo 12 artículos de la lista, cuando en agosto de 2017 se necesitaban 4,28 millones para artículos y uniformes de 3 alumnos, publica El Nacional
“Desde marzo he comprado los útiles escolares de mis dos hijos, porque son cada día más costosos”, dijo una consumidora, que hasta hace dos años compraba los materiales después de que la escuela le entregara la lista. Preguntó en un establecimiento en el centro comercial Chacaíto por una resma de papel. El vendedor le respondió: “Son 10,9 millones de bolívares, señora”. La mujer cree que no podrá comprarla si sigue aumentando.
Dijo que en el niño, que ingresará al maternal, ha gastado más de 20 millones de bolívares en plastilina, foami, juegos didácticos como tacos, cartulinas y en papel crepé y de seda.
El block de cartulina o papel lustrillo costaba el miércoles 500.000 bolívares y en una librería, ubicada en Los Ilustres, un paquete con 6 barras de plastilina lo expendían el viernes en 800.000 bolívares.
Para la hija, que pasó a primer año de bachillerato, compró un paquete de hojas de examen, lápices, creyones y 7 de las 12 libretas que necesita. “Creo que para las materias que faltan reutilizará los cuadernos del año escolar que todavía tienen hojas en blanco, son los que prácticamente no usó”, indicó. Desde hace 15 días no tienen en la papelería en la que ella se encontraba ni cuadernos ni libretas.
Un trabajador, que tiene siete años laborando en el local, comentó que la gente ahora se pregunta si compra útiles, los uniformes o comida. En ese momento llegó una consumidora y pidió cinco bicolores, pero el empleado le indicó que solo podía llevarse cuatro. “Lo hacemos porque nos llegan pocas unidades y porque después la gente revende”.
Si un cliente no lleva la lista escolar, no le expenden más de seis cuadernos. “Algunos traen las listas viejas y compran lo que imaginan que los colegios pedirán para el próximo año”, agregó el empleado.
En una papelería en Sabana Grande una mujer preguntó por el precio de una barra pequeña de silicón para su hija que estudia en un colegio público, pero no había. Tenían la grande en 560.000 bolívares. “Decidí comprar algunos útiles escolares antes de que me entreguen la lista, porque después los precios aumentarán”, afirmó. Ha recorrido varios establecimientos en Capuchinos, La Candelaria, Antímano y Sabana Grande con un presupuesto de 3 millones de bolívares. “No podré comprar todo, necesitaría al menos 10 millones de bolívares. Creo que en un año no estaré en Venezuela. Aquí el dinero no alcanza, y eso que somos solo 3 personas en la casa: mi esposo, mi hija y yo”, dijo. No se preocupa por el morral, los cuadernos ni los libros, porque los entregan en el colegio.
Otros padres no cuentan con ese beneficio y tienen que desembolsar grandes cantidades de dinero para comprar los libros escolares. En la librería de Los Ilustres una enciclopedia para niños de primaria (4° grado) costaba el viernes 24,48 millones de bolívares. Una consumidora, que revisaba las estanterías, dijo que ha gastado más de 30 millones de bolívares solo en útiles escolares para el hijo que pasó a 6° grado. La enciclopedia para el estudiante de ese nivel marcaba un precio de 21,84 millones de bolívares. Los textos para bachillerato costaban más de 14 millones de bolívares.
Para un trabajador que percibe salario mínimo es imposible adquirir los productos a esos precios. El esposo de una mujer que estaba en Sabana Grande gana 1 millón de bolívares al mes y es el único que trabaja en el hogar. “Él hizo la cola a las 11:00 am en una librería cuando la Sundde la fiscalizó hace un mes y salió a las 5:00 pm. Compró cuadernos, borras y sacapuntas”, dijo. El miércoles al mediodía preguntó en un establecimiento por la disponibilidad de un block de dibujo, pero no tenían.
Una empleada de la papelería en Sabana Grande señaló que ha habido una reducción en la variedad de productos. “El año pasado teníamos cinco marcas de marcadores y ahora solo dos”, afirmó.
Aseguró que por el aumento de los precios los consumidores han dejado de comprar resmas de papel y pega blanca, que costaba 1,99 millones de bolívares la de 250 gramos. Hace 2 semanas la resma de papel la tenían en 8 millones de bolívares. “No sabemos en cuánto vendrá. Cada vez que nos llega mercancía viene con precio nuevo. La inflación ha hecho que la gente deje de adquirir toda la lista de útiles. Ahora compran lo que saben que sus hijos usarán más, como lápices, crayones, borra y sacapuntas”, expresó.
La asesora laboral, Maryolga Girán, aseguró que los trabajadores están retirando sus prestaciones sociales y el dinero de la caja de ahorros para poder pagar los útiles escolares.
Hiperinflación.
Hasta el miércoles pasado un venezolano tenía que cancelar, en promedio, 25 millones de bolívares para adquirir solo 12 artículos escolares para un estudiante: caja de lápices (12 unidades), una borra, caja de crayones (12 unidades), sacapuntas, un bolígrafo, marcador, un cuaderno, una libreta, una resma de papel, un block de cartulina o papel lustrillo, una pega blanca (60 gramos) y una en barra (21 gramos).
En agosto del año pasado, una familia con 3 hijos que estudiaban preescolar, primaria y bachillerato, en escuelas y liceos públicos, necesitaba reunir 4,28 millones de bolívares para comprar útiles y uniformes, según el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros. En 2016 se requerían 495.260,20 bolívares.
En septiembre de 2017 una caja de 24 de colores costaba 34.000 bolívares y ahora 5 millones de bolívares, lo que representa un alza de 14.605% en menos de un año. La resma de papel es otro de los productos que más aumentó. Subió de 80.000 bolívares a 10,9 millones de bolívares, es decir, un incremento de 13.550%.
Con una tasa de inflación acumulada en lo que va de 2018 de 1.995,3%, según el índice de precios al consumidor de la Asamblea Nacional, y un escenario desalentador para lo que queda de año, los padres han recorrido los establecimientos antes de que su presupuesto se quede más corto.
Proponen donar y canjear
Representantes están divulgando por Whatsapp y redes sociales una iniciativa que consiste en donar y canjear útiles y uniformes escolares a los alumnos que más lo necesitan. Una de las recomendaciones es que los estudiantes no rayen sus camisas para que otros puedan usarlas. “Los uniformes y útiles escolares están carísimos. Este año deberíamos donar o canjear los libros del año que termina”, dijo una madre.
Algunos colegios han apoyado la idea. “Estamos de acuerdo con la iniciativa y la entendemos. Los padres no solo tienen que gastar en los materiales escolares, sino que también deben pagar la matrícula”, expresó el director de una unidad educativa privada en Caracas.
Una mujer, que salía de una papelería en Sabana Grande, cree que no podrá comprar el uniforme por los altos precios. “Sale más económico comprar la tela y mandar a hacer la camisa”, dijo.