Se prevé que la demanda global de petróleo alcance niveles récord en los próximos dos años, gracias a la creciente actividad de la aviación y el transporte, así como a la construcción de infraestructuras, según los pronósticos del grupo de banca de inversión Goldman Sachs.
La firma indicó que la demanda de petróleo ya estaba en niveles elevados antes de la variante de ómicron de coronavirus, y espera que la economía siga recuperándose.
«Ya hubo una demanda récord justo antes de esta última variante y se está añadiendo una mayor demanda de aviones y la economía mundial sigue creciendo», reveló Damien Courvalin, jefe de investigación energética de Goldman Sachs. «Verán cómo promediaremos un nuevo récord de demanda en 2022, y de nuevo, en 2023», agregó.
El uso de combustible para aviones seguirá siendo lento debido a las restricciones de viaje relacionadas con el covid-19, pero es probable que surja una demanda reprimida de viajes cuando se reabran las fronteras. «Tendremos que esperar a que pase esta ola, pero eso sugiere que los viajes internacionales deberían recuperarse aún más el año que viene», sugirió el ejecutivo y predijo que los precios del petróleo estarán en 85 dólares por barril para 2022, con un margen de riesgo de que los precios suban entre 5 y 10 dólares.
Goldman Sachs también señaló que habrá un crecimiento constante de la demanda mundial de petróleo hasta finales de esta década, hasta unos 106 millones de barriles diarios, ya que solo se espera una transición energética gradual.
Los coches eléctricos afectarán a la demanda de gasolina, pero los camiones y los aviones aún están muy lejos de descarbonizarse. «Ahora se venden casi seis millones de vehículos eléctricos al año. Eso sigue siendo menos de 100.000 barriles diarios de eliminación de la demanda en un mercado de 100 millones de barriles diarios, así que sigue siendo una pieza minúscula», recalcó Courvalin.