El Gobierno de Venezuela estaría cerca de aprobar una licencia para que la empresa de hidrocarburos británica Shell y National Gas Company (NGC) de Trinidad y Tobago desarrollen un campo marino de gas natural y exporten esa producción a la isla caribeña.
Según publicó Reuters, esta autorización podría poner en marcha el proyecto de procesamiento de gas y las exportaciones petroquímicas de Trinidad, así como también beneficiaría a Venezuela, al generarle ingresos extras.
Cabe resaltar que Venezuela y Trinidad buscan acelerar el desarrollo energético, tras la flexibilización de las sanciones por parte de Estados Unidos y ambas naciones complementarían sus necesidades mutuas para producir y exportar gas.
Personas allegadas al tema indicaron que Venezuela y Trinidad aún están discutiendo algunos aspectos sobre la licencia, pero de acordar esos puntos, en los próximos días podría firmarse el acuerdo entre ambos países.
El campo Dragón contiene hasta 4,2 billones de pies cúbicos de gas y se encuentra en aguas venezolanas, cerca de la frontera marítima entre las dos naciones.
Es importante precisar que la licencia de exploración y producción que están discutiendo ambos países tendría una vigencia de 25 años.
Shell y NGC
Shell y NGC operarían en el campo Dragón, teniendo la compañía británica el 70% de la participación, mientras que la empresa trinitaria tendría solo el 30%, según lo que estipula los términos.
A pesar de que la estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) descubrió las reservas y pagó por la infraestructura, no participará en este proyecto, pero podría recibir un pago en efectivo o una parte de la producción de gas como regalías.
Pago por adelantado
Fuentes vinculadas al tema acotaron que PDVSA habría «presionado» para que se diese un pago por adelantado de US$ 65 millones como un «bono de firma», pero tanto Shell como NGC quieren esperar a que se realice el primer suministro de gas.
Venezuela y Trinidad están considerando dos líneas separadas para trasladar el gas: una construida por PDVSA hasta la localidad de Güiria, en la costa oriental de Venezuela y la segunda, se conectaría con el campo Hibiscus de Shell en la isla de Trinidad.