El mercado de deuda venezolana registró el jueves un fuerte repunte luego de que el Gobierno estadounidense de Joe Biden autorizara a sus ciudadanos a adquirir bonos venezolanos por primera vez en cuatro años, dentro de un amplio paquete de medidas para aliviar las sanciones impuestas al país.
Los títulos de la empresa petrolera estatal Pdvsa se incrementaron en 10 centavos desde el inicio de las operaciones, alcanzando un valor cercano a los 17 centavos de dólar (USD), mientras que los bonos soberanos se cotizaron a 21 centavos, lo que representa también un aumento de unos 10 centavos con respecto al inicio de la semana, según informaron los operadores.
La medida se produjo luego de que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos emitiera el miércoles unas licencias que levantaban la prohibición que impedía a los inversionistas estadounidenses negociar la deuda venezolana en el mercado secundario. Esta acción forma parte de un conjunto de acciones que buscan flexibilizar las sanciones a la producción de petróleo, gas y oro, con el fin de incentivar al presidente Nicolás Maduro a convocar elecciones libres el próximo año, cuando los venezolanos elijan a un nuevo mandatario.
Un cambio en la política de USA hacia Venezuela
La decisión supone una reversión efectiva de varias sanciones económicas que el ex presidente Donald Trump impuso en 2019 como parte de una campaña de presión máxima destinada a aislar a Maduro de los mercados internacionales de capital y forzar su salida del poder, luego de que su reelección en 2018 fuera considerada ilegítima. Sin embargo, cuatro años después, Maduro sigue en el poder y las empresas estadounidenses sostienen que la prohibición solo ha trasladado la deuda a manos de extranjeros.
“La prohibición de negociación nunca tuvo sentido”, afirmó Hans Humes, director ejecutivo de Greylock Capital Management LLC en Nueva York y miembro del Comité de Acreedores de Venezuela, que presionó al Gobierno de Biden para que cambiara. “En este periodo de tiempo, la prohibición perjudicó los intereses estadounidenses y los venezolanos”.
Las sanciones que impiden a Venezuela y a Pdvsa emitir nueva deuda en Estados Unidos continúan vigentes. Los tenedores de bonos dijeron que esperan que los precios sigan subiendo después de que se aclaren las nuevas normas.
“Para tener un mercado adecuado, necesitamos que los fondos estadounidenses participen plenamente. Tardaremos unos días en cumplir las normas”, expresó Claudio Zampa, fundador de Mangart Capital Management Ltd, con sede en Suiza.
Sin perspectivas claras de reestructuración
Venezuela entró en default en 2017, dejando de pagar unos 60.000 millones de dólares en bonos soberanos y de Pdvsa. Dos años después, Trump rompió las relaciones diplomáticas con Maduro.
Biden había relajado previamente algunas sanciones, entre ellas la que permitía a la petrolera estadounidense Chevron incrementar la producción. Representantes de ambos Gobiernos se habían reunido en privado para discutir un mayor alivio a cambio de medidas concretas por parte de Maduro para celebrar elecciones presidenciales abiertas, previstas para 2024. Esta semana, el Gobierno y la oposición firmaron un acuerdo sobre las condiciones electorales que cumplía las normas estadounidenses, aunque se espera que continúen las negociaciones sobre su aplicación.
A pesar de las medidas estadounidenses, hay pocos indicios de que la reestructuración de la deuda esté cerca. El primer impago se acerca a su sexto aniversario, lo que significa que el plazo de prescripción de los bonos está a punto de expirar y los tenedores de bonos corren el riesgo de perder su derecho a exigir el pago en los tribunales a menos que demanden al país en los próximos meses.
Con información de Bloomberg.