El corredor de Israel-Premier Tech Simon Clarke, se adjudicó el recorrido Lille – Wallers-Arenberg por milésimas ante Taco van der Hoorn en el grupo que se dio a la fuga. La jornada de los once tramos de adoquines fue dañina para el equipo Jumbo, maquillada por la gran recuperación de Wout Van Aert en los últimos kilómetros para retener el maillot amarillo. La amenaza Tadej Pogacar redujo 13 segundos al líder y le sacó más de dos a Primoz Roglic.
La carretera adoquinada fue la gran protagonista de la jornada en la quinta etapa del Tour de Francia. Con once tramos de pavé, el trayecto que inició en Lille y terminó en Wallers-Arenberg, estuvo lleno de trampas para los candidatos a la tabla general, a excepción de Tadej Pogacar, el gran ganador del día.
No obstante, el vencedor de la carrera de 157 kilómetros fue el australiano Simon Clarke, uno de los miembros del grupo de fuga que encabezó el recorrido. En una resolución digna de foto finish, el ciclista de Israel-Premier Tech se adelantó al neerlandés Taco van der Hoorn en un sprint frenético.
A falta de un kilómetro, el estadounidense Neilson Powless rompió el bloque de fuga buscando aventajar a los demás, pero a 500 metros activaron el oceánico, Van der Hoorn y Edvald Boasson Hagen, para quedarse los puestos del podio de la quinta etapa, en ese orden.
Emocionado por su victoria, Clarke rompió en llanto al recordar que durante el invierno no tenía equipo y casi abandona la actividad. “Cuando pienso en eso, no puedo sino emocionarme”, expresó.
«No bajé los brazos, mantuve la esperanza, seguí trabajando. Ahora solo puedo agradecer la confianza que me ha dado el equipo Israel. Ganar aquí es especial», cerró.
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Sin embargo, las miradas recayeron mayormente en los pelotones que se formaron a partir de los accidentes que tuvieron los competidores del equipo Jumbo-Visma, donde ninguno salió ileso de los efectos de los adoquines.
En una segunda instancia quedaron el esloveno Tadej Pogacar junto al belga Jasper Stuyven; en un tercer grupo recayeron pesados como el belga Wout van Aert y los daneses Jonas Vingegaard y Mads Pedersen; mientras que, en un cuarto bloque a más de dos minutos de Pogacar, estaba Primoz Roglic.
Van Aert retiene el maillot sobre el cierre y Pogacar avanza
El belga tuvo una accidentada participación en los adoquines de la Roibaux, donde padeció una caída cuando faltaban 96 kilómetros y luego, a 30 del cierre, tuvo que cambiar de bicicleta por problemas mecánicos.
Cuando la jornada se tornaba fatal para el pedalero del Jumbo, un gran esfuerzo en los kilómetros finales le permitieron recuperarse parcialmente y solamente perder 13 segundos contra el esloveno.
«Ha sido un día de mierda», calificó. «Pensaba que perdería el liderato tras la caída, porque estaba muy lejos de los favoritos. Yo me he limitado a trabajar para Vingegaard, para minimizar las pérdidas. Un minuto puede parecer mucho, pero no es tanto”, afirmó.
Precisamente Jonas Vingegaard fue otro de los que sufrió la etapa de este miércoles. Por averías mecánicas, el subcampeón de la edición pasada tuvo que cambiar de bicicleta dos veces, lo que lo dejó muy por detrás de los favoritos y el pelotón de Pogacar.
Pero, sin lugar a dudas, el que peor la pasó fue el esloveno Primoz Roglic, también del Jumbo-Visma. A 32 kilómetros de la meta tuvo una caída que le dislocó el hombro, lo que agrava su situación para los próximos días. Sin embargo, avisó que no abandonará la competencia.
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Roglic cruzó la llegada 2.08 minutos después que su compatriota Pogacar, lo que lo deja rezagado en la lucha por adjudicarse el maillot amarillo al cierre del torneo.
El joven de 23 años y máximo favorito a llevarse el Tour de Francia por tercera vez consecutiva tuvo una jornada positiva. «Ha sido un buen día para mí, no he tenido mala suerte, me sentía bien en los pavés, en el final he estado fuerte y he podido dejar a los otros favoritos, he acelerado, me sentía bien», explicó Pogacar.
Por ahora cuarto en la general, el corredor de UAE Emirates contó que esta etapa le dio “confianza y un plus de motivación” y remarcó que terminó con “buenas sensaciones físicas”.
“Tengo ganas de que llegue la montaña. Esta etapa es un poco diferente, los adoquines y la contrarreloj no son mis especialidades, pero he sabido aprovecharlas”, cerró.
La sexta etapa del Tour de Francia será la más larga, con 219,9 kilómetros que conectarán la ciudad belga de Binches con la francesa Longwy.
Buena actuación del trío colombiano
Nairo Quintana (Arkea Samsic), Daniel Martínez (Team INEOS-Grenadiers) y Rigoberto Urán (EF Education-Easy Post) superaron de manera satisfactoria la accidentada etapa del pavé, salvando una jornada que dejó heridos y aprovecharon para subir en la tabla general.
Los tres cruzaron la meta en el pelotón que tenía al maillot amarillo Wout van Aert y no dejaron que Tadej Pogacar les sacara más ventaja que 13 segundos.
En la tabla general, Martínez continúa arriba de sus compatriotas. Ahora está en el puesto 17, a 1:09’’ del belga. En tanto que Quintana figura 19, a 1:14’’ y Urán 40.
Luego de la carrera, Nairo habló con los medios y remarcó la experiencia que le dio su origen en tierras colombianas para poder sobrellevar este tramo de adoquines.
“Lo que me ha dado la montaña boyacense son los recorridos en tierra y me ha ayudado a preparar este día”, subrayó.
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